Las plantas carnívoras son unas de las criaturas más sorprendentes y fascinantes de la Tierra. Tienen toda la belleza y la quietud vegetal, pero el peligro de un depredador… al menos, para sus potenciales presas. Para ti, son plantas muy interesantes para tener en casa, cuidar y observar. Y desde la sección de Jardinería de ElNacional.cat vamos a explicarte cómo cultivar y cuidar plantas carnívoras.

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Pero, antes, hay que saber qué es una planta carnívora, ¡y qué no lo es!

¿Qué es una planta carnívora?

Las plantas carnívoras son un tipo de plantas que, además de extraer los nutrientes del suelo, también se alimentan de otros seres vivos, animales como protozoos, insectos, crustáceos o arácnidos. Algunas especies pueden alimentarse incluso de vertebrados como lagartos, conejos, roedores

Es importante no confundirlas con otros tipos de plantas: algunas especies capturan temporalmente animales, pero es para impregnarlos del polen y facilitar la polinización. Otras especies matan animales, pero como sistema defensivo, no para obtener ningún nutriente, como ocurre con la planta Proboscidea louisianica, que pese a poder digerir los animales que atrapa, no aprovecha casi nada de ellos.

La Proboscidea louisianica, conocida popularmente como "cuernitos", no se nutre apenas de los animales con los que acaba. Imagen: Juan Carlos Fonseca, CC BY-SA 4.0.

Las plantas carnívoras, en puridad, son las que obtienen un beneficio nutricional de sus presas, y son así porque así han evolucionado: las plantas carnívoras están por todo el planeta salvo en la Antártida, pero han prosperado en pantanos y marismas, en acantilados, creciendo en los mismos árboles, o incluso flotando en el agua. En resumen, en entornos poco nutritivos, que las han obligado a desplegar distintas estrategias para obtener de los animales los nutrientes que les faltan habitualmente.

¿Cuántas plantas carnívoras hay y qué tipo de trampas tienen?

Entre las más de 600 especies conocidas, podemos decir que existen 4 grandes tipos de plantas carnívoras según su forma de “cazar”.

Las plantas carnívoras de pinzas

Son las más conocidas, como la famosa Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula), con su boca y sus pelillos.

La Venus atrapamoscas es una de las plantas carnívoras más atractivas para iniciarse. Imagen: PicturePartners.

Su sistema de caza consiste en unas hojas abiertas, de un atractivo color y generadoras de un néctar que atrae moscas y otros insectos. En cuanto la mosca se posa sobre la hoja, toca los cilios o pelillos detectores, que envían a la planta la señal de que hay una presa posada. Entonces, la trampa se cierra sin que el insecto pueda reaccionar. Las espinas de los bordes forman los “barrotes” de la celda que impiden a la presa escapar. Y los mismos movimientos de la presa son los que activan la secreción de enzimas y jugos gástricos con los que la planta irá descomponiendo y alimentándose de su presa.

Las plantas carnívoras pegajosas

El mecanismo de estas plantas carnívoras, como la Drosera o las Drosophyllum, atraen a los insectos con su olor o su color, y los atrapan en hojas pegajosas, bien recubiertas por un mucílago adherente, bien por tener unos pelillos que emiten esas secreciones viscosas similares a la miel.

Las plantas carnívoras de jarrón

Estas son otras plantas carnívoras bien interesantes, cuyo proceso evolutivo uno pagaría por ver. ¿Cómo una planta acabó desarrollando unas hojas en forma de jarrón en la que atrapar animales? En cualquier caso, eso es lo que hacen las Nepenthes, Sarracenia o Heliamphora, por citar solo algunas especies.

La Nepenthes es una planta carnívora de jarrón que no recomendamos tener en casa, debido a que es una especie tropical y te va a requerir muchos más cuidados. Por desgracia, porque es espectacular. Imagen: Jsttanrak.

Sus hojas tienen incluso tapa (que pueden cerrar si hace mucho calor para evitar la evaporación). En el interior tienen líquidos que atraen a los insectos, que una vez se posan en el borde resbalan al interior y ya no pueden escapar. Eventualmente, se ahogan, y ahí dentro son descompuestos y digeridos por completo.

Las plantas carnívoras pescadoras

¿Sabías que también hay plantas carnívoras acuáticas? ¡Y utilizan sistemas muy curiosos para alimentarse!

La Aldrovanda vesiculosa tiene un sistema de pinzas muy similar al de la Venus atrapamoscas, solo que va flotando por la superficie del agua, atrapando con sus pinzas diminutos crustáceos.

Luego tenemos el género Utricularia, que utilizan un sistema de captura por vejigas. Estas también van flotando por el agua, y frente a sus vejigas despliegan unos pelos detectores muy finos. En cuanto un crustáceo o larva de insecto toca uno de esos pelos, la vejiga se expande automáticamente, absorbiendo el agua de alrededor y capturando a la presa sin remedio.

Por último, tenemos las del género Genlisea, cuyas hojas están diseñadas como trampas para langostas: atraen químicamente a los protozoos a sus hojas en forma de Y, y la posición de los pelillos de las hojas les impide retroceder, obligan a las presas a avanzar siempre en la misma dirección, hacia el interior de la planta, hacia su estómago.

¿Cuáles son las mejores plantas carnívoras para iniciarse en su cultivo?

Ya ves que existen un montón de plantas carnívoras diferentes. ¿Cuáles son más adecuadas para cultivar en casa? Te recomendamos una de estas 3 especies:

Dionaea muscipula

La famosa Venus atrapamoscas, la más conocida y adquirida en los viveros, por su atractiva forma de caza. No es una planta que crezca muy a lo alto, al contrario, lo hace en horizontal. Es originaria de los pantanos de Norteamérica.

Una Venus con una presa recién atrapada. Imagen: AlessandroZocc.

Crece bien con unas 4 horas de luz solar directa (no en las horas más duras), su temperatura óptima es de entre 30 y 35ºC, e hiberna entorno a los 10ºC. En general, en España, te conviene tenerla en maceta y en interior.

Y, por favor, ¡no toques sus hojas solo para ver cómo se cierran! Para la planta supone un gasto de energía que solo se compensa por los nutrientes de una presa. Tampoco le convienen presas demasiado grandes, o se le escaparán.

Sarracenia purpurea

Otra planta carnívora originaria de América del Norte, aunque ésta funciona con trampa de tipo jarra. Sus hojas pueden crecer hasta los 20 centímetros, y son de un color rojizo-morado realmente llamativo.

Sarracenia purpurea, otra de las plantas carnívoras ideales para iniciarse. Imagen: Wirestock.

Maneja el frío mejor que otras especies, o sea que puedes tenerla en exterior y en semisombra (con 3-4 horas de sol directo vas bien).

Drosera capensis alba

Originaria de Sudáfrica, ésta es otra de las plantas carnívoras más populares por su facilidad de cuidado, ¡es muy resistente! La pones en el exterior, en semi-sombra, como la Sarracenia (aunque necesita alguna hora de sol más), y déjala hacer.

Drosera capensis, otra opción muy resistente a considerar. Imagen: AlessandroZocc.

La Drosera caza mediante los rizomas pegajosos de sus hojas: en cuanto el insecto queda atrapado, la hoja se enrolla sobre sí misma, impidiéndole escapar, y comenzando el proceso de digestión, que va a llevar lo suyo.

¿Cómo se cuida una planta carnívora?

Dependiendo de la especie por la que empieces tendrás que prestar atención a los detalles concretos. Pero hay una serie de consejos generales de cuidados de plantas carnívoras que necesitas tener bien claros antes de empezar a tenerlas:

  • Aunque las puedes tener directamente en exterior, el cultivo en macetas (que pueden ser de plástico con un buen drenaje) es clave para controlar bien las condiciones.
  • Nunca uses tierra de jardinería normal, con su fibra de coco, su humus de lombriz, o el compost casero que fabricas en casa. Estas plantas han evolucionado para crecer en suelos pobres, recuerda, ¡para eso cazan!
  • Por los mismos motivos, no utilices abonos.
  • Los riegos conviene que sean por inmersión, es decir, coloca la maceta en un plato hondo lleno de agua, y deja que la tierra se empape. En general, necesitas que tengan una humedad del suelo muy constante, pero en este aspecto sí debes asegurarte de los requerimientos concretos de la especie que elijas.
  • Ojo con el moho y las plagas. Es irónico, pero las cochinillas y otras plagas de las plantas pueden afectar a las plantas carnívoras, así como el moho, sobre todo en invierno, cuando seguimos regándolas mucho, pero las tenemos en interior.
  • No sobrealimentes a las plantas. En exterior, ellas mismas conseguirán cuantas presas necesiten. En interior puede que necesites alimentarlas, pero no te excedas dándoles demasiadas presas (sus digestiones son lentas). Y, en el caso de las Venus atrapamoscas, has de darle presas vivas, ya que una mosca muerta no será digerida si no lucha por escapar, y en este caso tendrás que estimular el interior de la trampa con cuidado, con un palillo.

Esperamos que esta guía te ayude a iniciarte en el maravilloso mundo de las plantas carnívoras, que llenarán de peligrosa belleza tu casa, e incluso puedes utilizar como plantas repelentes de moscas, o más bien eliminadora de insectos molestos como mosquitos.

¡Déjate atrapar tú también por las plantas carnívoras!