“Los polos opuestos se atraen”, esta frase nos ha perseguido siempre. Nos la venden en las series, en las películas y en las novelas: la “lolita” y el profesor, una chica de clase alta y un joven de baja, alguien tímido y humilde con alguien abierto y engreído. ¿Quién no recuerda a los protagonistas de Titanic en ese amor tan opuesto y, a la vez, tan ferviente? Pero quizás esa frase de los polos opuestos, tan repetida y oída, deba hoy llevar un gran interrogante, porque ¿qué hay de verdad en esa supuesta atracción irrefrenable entre dos amores imposibles? Los expertos en psicología, Matthew D. Johnson, Mónica Dosil y Gema Sánchez Cuevas hablan del tema, te contamos qué opinan y cuáles son sus teorías.
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Tres teorías que ponen sobre la mesa el dicho “los polos opuestos se atraen”
Hay estudios sobre el mundo animal que revelan que las especies eligen para aparearse a las parejas que tienen rasgos similares. ¿Qué ocurre entonces con las relaciones humanas? Tres expertos en psicología opinan sobre la atracción entre dos personas que inician una relación amorosa, te lo contamos:
1. “Es una idea asumida, no una realidad”, Matthew D. Johnson
El psicólogo y experto en relaciones opuestas, Matthew D. Johnson, afirma que la idea de que “los polos opuestos se atraen” es asumida por la sociedad y eso influye en que la mayoría de las personas busquen este tipo de contraste para empezar una relación con alguien. Sin embargo, los estudios no demuestran evidencias de que nos sintamos atraídos más por las diferencias que por las similitudes. Este profesor opina que la idea de que los opuestos se atraigan no tiene base científica.
Él se decanta más, por lo contrario: «La similitud es atractiva, lo que ocurre es que no lo vemos». Demuestra, según su experiencia, que la mayoría de sus pacientes terminan emparejados con alguien de la misma clase social y con valores e intereses similares. Las diferencias se forjan en la convivencia y son esas diferencias las que les hace acudir a su terapia de pareja. Este profesor dice que si nos dejamos influir por la idea impuesta por la sociedad nos atraerá cambiar de raza, sexo o religión, pero a nuestro subconsciente le atrae más lo que más se parece a nosotros, como les pasa a los animales.
2. “Nos gusta lo que nos falta”, Mónica Dosil
En su nuevo libro “Tu método de vida”, la psicóloga Mónica Dosil, responde a la mítica pregunta “¿Los polos opuestos se traen?”, con una teoría curiosa: «¡Admiramos las cualidades que no tenemos!» Dosil apunta que lo hacemos también de manera inconsciente, es como si una persona se sintiera atraída por la “patología” de la otra. Por ejemplo, una persona muy cariñosa que se siente atraída por otra que es muy fría. Al principio se complementarán, pero luego esas diferencias saldrán a la luz y echarán a perder la relación. Con lo que trata de demostrar que cada cual ama a su manera y que eso de fijarnos en las diferencias es solo una admiración por nuestras carencias.
3. “Lo desconocido nos atrae porque somos curiosos de naturaleza”, Gema Sánchez Cuevas
Otra psicóloga que se une a la idea de que el ser humano es curioso por naturaleza y le atrae lo desconocido es Gema Sánchez Cuevas. Aunque afirma que este efecto de atracción dura poco. ¿Entonces es “amor imposible” los polos opuestos? Sánchez Cuevas responde que no es imposible, pero para que esa atracción dure hay que trabajarla con respeto, confianza, empatía y aceptación mutua. Pero, claro, esto nos hecha tierra a la creencia del instinto poderoso del amor opuesto.
En el terreno del amor y las relaciones de pareja, no se pueden establecer reglas universales ni prever comportamientos estándar. Y así lo concluye la directora y psicóloga del equipo Catarsis Psicología:
"Cada pareja tiene su propia dinámica, con sus circunstancias únicas. Por lo tanto, deben crear su propio conjunto de creencias compartidas basado en su propia realidad"
Nos quedamos con esta frase para responder a este mito de los polos opuestos. ¿Y a ti, qué te atrae más?