Altafulla (Tarragonès) es un pueblo que se caracteriza por su belleza natural y su rica historia, pero bajo su tranquilidad, se esconde un misterio que ha capturado el imaginario popular durante siglos: su relación con la brujería. Desde leyendas antiguas hasta supersticiones que persisten hasta nuestros días, Altafulla es un lugar lleno de secretos, donde la realidad y la fantasía se mezclan.
Un antiguo refrán dice: "Altafulla, tres mujeres, tres brujas". Y es que, según la tradición popular, tres brujas habitaron en este precioso pueblo del Tarragonès. Se explica que estas mujeres salían de su casa al anochecer y se dirigían a la playa para hacer rituales secretos, tal como relatan las historias recogidas en un fascinante libro de Antoni Gelabert.
La leyenda sostiene que residían en la Villa Cerrada, en casas próximas a la iglesia. Uno de los mitos más conocidos habla de un tesoro lleno de monedas de oro, que se mantiene oculto en una de estas casas. Un claro vestigio de su legado se encuentra en los tejados de las casas más antiguas, donde todavía se pueden ver cacharros que protegían los edificios de posibles incursiones de las brujas.
Elementos como el campanario incompleto, el enigmático Camino de las Brujas, o la creencia que una bruja solo se puede derrotar atacando su sombra, son parte del imaginario popular de Altafulla. Además, un mapa de brujería señala puntos clave como la Plaça del Pou, la Vil·la dels Munts, la iglesia y la playa, lugares que han sido escenario de innumerables relatos sobrenaturales.
Toda esta riqueza de leyendas cobra vida cada año durante la Nit de Bruixes, celebrada a finales de junio. En esta festividad, se organizan espectáculos de fuego, danzas, talleres de rituales y un mercado esotérico, donde los asistentes pueden aprender a leer el tarot o adquirir minerales con presuntas propiedades mágicas.
Otros atractivos de Altafulla
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Un centro lleno de historia. Paseando por las calles empedradas del casco antiguo de Altafulla, te sumergirás en un viaje en el tiempo. La Vila Closa, declarada Bien Cultural de Interés Nacional, es uno de los mejores ejemplos de recinto medieval bien conservado de Catalunya. Sus murallas, las casas con fachadas de piedra y la impresionante iglesia de Sant Martí hacen que este lugar sea perfecto para los amantes de la historia y la arquitectura.
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El Castell de Montserrat. En la parte alta del pueblo se encuentra el Castell de Montserrat, una construcción que fecha del siglo XI y que ofrece unas vistas espectaculares sobre la zona. Este castillo es uno de los símbolos de Altafulla y forma parte del patrimonio histórico del municipio.
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La Vila Romana dels Munts. Para los amantes de la arqueología, Altafulla esconde uno de los tesoros romanos más importantes de Catalunya: la Vila Romana dels Munts. Este yacimiento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un ejemplo excepcional de villa romana donde se pueden ver mosaicos, términos y estructuras que testimonian la vida lujosa de la época imperial.
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Playas tranquilas y paisajes naturales. Altafulla cuenta con una de las mejores playas de la Costa Dorada. Su arena fina y sus aguas cristalinas la convierten en un lugar ideal para relajarse y disfrutar del sol. Además, el paseo marítimo y el entorno natural del Bosc de la Marquesa permiten hacer excursiones rodeadas de naturaleza y vistas espectaculares en el Mediterráneo.
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Una gastronomía deliciosa. La cocina de Altafulla destaca por su autenticidad y calidad. Restaurantes y tabernas ofrecen platos típicos de la gastronomía mediterránea, con especialidades como el arroz, el suquet de pescado y el romesco. En más, la proximidad con el Priorat y el Penedès hace que los vinos de la zona sean el complemento perfecto para cualquier comida.
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Cultura y acontecimientos durante todo el año. Altafulla es un pueblo activo culturalmente, con fiestas y acontecimientos durante todo el año. La Festa Major de Sant Martí, el Festival Internacional de Música o las recreaciones históricas en la Vila Romana dels Munts son algunas de las actividades que atraen visitantes y llenan de vida las calles del municipio.
- Una ubicación estratégica. A solo 10 minutos de Tarragona y a una hora de Barcelona, Altafulla es un punto de partida perfecto para explorar otros destinos de la Costa Dorada. Su ubicación hace que sea fácilmente accesible tanto en coche como en transporte público.