El otoño es la época perfecta para coger el coche y hacer una escapada a algunos de los pueblos más encantadores de Catalunya. Es una época en la cual todavía no hace tanto frío como en invierno, ni tampoco sentimos el calor sofocante del verano. Por lo tanto, dar un paseo por pueblos medievales y mágicos es un plan ideal. Sin embargo, ¿sabes cuáles son los pueblos que más vale la pena visitar durante esta época? Y no, no son los típicos pueblos de Besalú o Peratallada. ¡Hoy venimos a descubrirte algunos de los pueblos más bonitos de Catalunya para visitar durante el otoño!
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Mejores pueblos de Catalunya para visitar durante el otoño
1. Rupit
Rupit, un pueblo pequeño y acogedor en el corazón de la comarca de Osona, es uno de los destinos más auténticos para visitar en otoño. Las casas de piedra y los callejones empedrados crean una atmósfera otoñal ideal. Pero lo que realmente hace especial este lugar son sus paisajes envolventes: bosques frondosos que en otoño adaptan colores amarillentos. Además, el pueblo de Rupit es un lugar perfecto para empezar varias rutas, así que si a tu visita quieres añadir un poco de senderismo, nosotros te recomendamos que hagas la ruta hasta el Salt de Sallent, una cascada impresionante que, con las lluvias de otoño, baja con más fuerza que nunca.
2. Tavertet
Seguido en la comarca de Osona, solo a media hora en coche de Rupit encontramos el pueblo de Tavertet, otro pueblo imprescindible para visitar en otoño. Tavertet está situado encima de un peñasco y ofrece unas vistas impresionantes del pantano de Sau y de los bosques de la zona. Pasear entre sus casas de piedra y tejado de pizarra es una experiencia que no te puedes perder. También es un sitio ideal para empezar rutas senderistas. Por ejemplo, te recomendamos ver el Morro de la Abeja o el Salt del Molí Bernat, ¡seguro de que te sorprenderán!
3. Siurana
Siurana es uno de los pueblos más conocidos de Catalunya, pero sin duda lo es por su increíble belleza natural y su historia. Situado encima de un peñasco, ofrece unas vistas espectaculares de la comarca del Priorat. Te recomendamos pasear por sus calles que parecen sacadas de un cuento de hadas y, además, no te puedes perder la puesta de sol. Por si te parece poco, ¡también es un destino ideal para complementarla con una visita a unas bodegas!
4. Mura
Mura es un pueblo pequeño y encantador situado en el Bages, que a menudo pasa desapercibido para los turistas, pero que esconde un gran encanto. Este lugar conserva su aire rural con casas de piedra, calles empedradas y rincones plenos de flores y tranquilidad. En otoño, los bosques que lo rodean se tiñen de tonos rojizos, convirtiéndolo en un destino ideal para pasear y desconectar. Puedes hacer una ruta hasta la fuente de l’Escolà o visitar el monasterio de Sant Cugat del Racó. Es un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
5. Beget
Beget es un pequeño pueblo del Ripollès que parece salido de un cuento de hadas. Con sus casas de piedra, los puentes medievales y el río que atraviesa el pueblo, es un sitio ideal para disfrutar del otoño en todo su esplendor. Además, la iglesia románica de Sant Cristòfol es una visita de lo que te puedes perder. ¡Beget es ideal para hacer un paseo relajante y relajarte este otoño!
6. Pals
Pals es uno de aquellos pueblos que, a pesar de ser conocido como destino de verano, también tiene mucho encanto durante el otoño. Situado en una colina con vistas privilegiadas al Empordà, este pueblo medieval se caracteriza por sus casas de piedra con arcos, su calle Mayor y la impresionante torre de las Hores, desde donde se pueden ver panorámicas espectaculares, especialmente al otoño. Además, ¿quién dice que no puedas visitar la Costa Brava durante el otoño? En esta época del año las playas se disfrutan con más calma y tranquilidad, de manera que es perfecto para pasar un rato de tranquilidad y sin turistas en la arena.
