La palabra "tiburón" dibuja en nuestro cerebro unas ideas muy claras: peligro, alerta, depredador, mordisco, sangre. Muchas de estas concepciones globales sobre los tiburones se han creado a partir de algo tan tonto como una película, la celebérrima Jaws (Tiburón), dirigida por Steven Spielberg en 1975.

 

🔒 Cierran tres playas catalanas por la presencia de dos tiburones
 

🦈¿Qué hacer si encuentras un tiburón en la playa?

 

 

Pero lo cierto es que los expertos en escualos llevan décadas intentando hacer entender a la población que estos animales no son máquinas de matar ciegas que recorren el mar masticando todo lo que se les pone por delante. Solo son depredadores, a los que hay que tratar con el debido respeto: ni más, ni menos. Y, desde luego, las estadísticas de ataques confirman esto.

Veamos cuál es el peligro real que muestra la especie de tiburón que ha llegado a las playas catalanas.

Matemáticas a favor de los tiburones: estadísticas de ataques

El Museo de Florida mantiene desde 1958 años un interesante recuento científico llamado International Shark Attack File (ISAF) en el que han registrado todos los ataques de tiburón no provocados confirmados en todo el mundo desde 1580 hasta el presente.

Como es lógico, estos datos tienen un margen de imprecisión: a veces puede haberse identificado la especie de tiburón incorrecta, y hay que contar los ataques nunca documentados. Pero el registro se basa en por ahora casi 7.000 investigaciones científicas independientes, porque lo que estamos ante unos números sólidos que muestran la realidad de los tiburones. Y encontramos cosas como que

  • En el aproximadamente medio milenio de registro, se han contabilizado un total de 949 ataques de tiburón no provocados en todo el mundo. La media sale a menos de 2 ataques anuales.
  • La especie con mayor peligrosidad es Carcharodon carcharias, el célebre tiburón blanco, con un total de 351 ataques no provocados, de los cuales fueron fatales 59.
  • La segunda y tercera especie con más ataques registrados son el tiburón tigre y el tiburón toro, con 142 y 119 ataques registrados.

Son números pobres incluso para estas especies grandes y a priori más peligrosas.

Pero es que el tiburón que ha llegado a las playas catalanas es un tiburón azul (Prionace glauca), que tiene un total de 13 ataques no provocados registrados en toda la historia, de los cuales fueron fatales 4.

Es decir: no, no va a haber un baño de sangre porque lleguen un par de tintoreras a Alcanar. De hecho, que estén es normal.

La tintorera: una vieja conocida de las costas catalanas, y de todo el mundo

En el tabloide británico The Sun han buscado algunos motivos por los cuales escualos como el tiburón azul (más conocido en España como "tintorera") se estarían acercando a la costa, y se preguntan si el cambio climático, el ascenso de la temperatura del agua, o un cambio en los viveros de tiburones puede estar causando estos avistamientos.

Pero lo cierto es que estos avistamientos no son nada extraordinario. Cada pocos años tenemos noticia de que se han visto tintoreras en alguna playa de la península. O en el resto del mundo. Es un animal curioso, que se acerca a la costa con relativa frecuencia.

De hecho, ahora sabemos que esto ocurre mucho más a menudo de lo que creíamos, incluso con otras especies a priori más peligrosas. Por ejemplo, el youtuber TheMalibuArtist lleva unos años grabando con un dron las playas de California, y ha logrado documentar lo comunes y próximos que están constantemente los tiburones blancos de los bañistas y surfistas que, a menudo, ni se enteran:

Y esto, con una especie grande que sí incluye en su dieta mamíferos como focas y delfines y con la que, por tanto, uno es más susceptible de sufrir un "accidente" cuando lo toman por presa.

Pero es que este no es el caso del tiburón azul, cuya dieta se basa en pescado, pulpos y calamares, o algún que otro crustáceo

Tranquilidad, pues: el tiburón azul que se ha avistado (otra vez) en las playas catalanas no es peligroso, o no más peligroso que las muchas otras veces que se ha avistado sin ataques ni problemas de ningún tipo. Precaución, nunca provocar o agobiar a un animal, y seguir las indicaciones de las autoridades en las playas es cuanto necesitas para seguir disfrutando este verano que recién empieza.