En el norte de Francia, Lille tiene fama de ser una ciudad industrial y tiene un precioso centro histórico. Hasta que fue invadida por Luis XIV en 1667, Lille era en realidad flamenca, y esta herencia aparece clara en la arquitectura de la ciudad. Repasamos qué ver en Lille, Francia, todos los monumentos imprescindibles para ver en un día.
Arquitectura flamenca en Lille
El distrito histórico de Lille es una delicia, con casas burguesas restauradas en calles empedradas. Te darás cuenta de la influencia flamenca de la ciudad cuando veas los edificios barrocos de los siglos XVII y XVIII.
La Place Louise de Bettignies y la rue de la Monnaie son los mejores lugares para comenzar un paseo por un barrio en el que además de los espectaculares edificios, también podrás disfrutar de una buena cantidad de bares y agradables locales nocturnos.
Palacio de Bellas Artes de Lille
Un museo enorme, el Palacio de Bellas Artes es el más grande de Francia, tan solo por detrás del Louvre en tamaño. Está en un hermoso palacio de verano de la Belle Époque de finales del siglo XIX, y es posible que necesites hasta medio día para aprovechar al máximo el museo y su arte, que va desde el siglo XV hasta el XX. Hay obras de Monet, Raphael, Gustave Courbet, Rubens, Van Gogh, Donatello, y Picasso, entre muchos otros.
La Antigua Bolsa de Valores de Lille
La antigua bolsa de valores de Lille es posiblemente el mejor edificio de la ciudad. Data de mediados del siglo XVII y consta de 24 casas renacentistas flamencas, todas alrededor de un patio central porticado. Cuenta con unas fachadas muy ornamentadas debido a que el arquitecto principal, Julien Destrée, era un diseñador de muebles decorativos y quiso plasmarlo en este gran edificio.
La Grand Place
La amplia plaza principal de Lille es el espacio donde los lugareños y los turistas convergen para reunirse o ver los lugares de interés. Está repleta de maravillosos edificios antiguos a dos aguas. En el corazón de la plaza se encuentra la Colonne de la Déesse, construida en el siglo XIX para honrar el papel de la ciudad en repeler al Imperio de los Habsburgo en el Sitio de Lille en 1792.
Parque Zoológico
Ubicado en el exclusivo barrio de Esquermes, la entrada al zoológico de Lille es gratuita, lo que lo ubica entre los zoos más visitados de toda Francia. No es muy grande pero tiene 450 animales de 70 especies y participa en programas internacionales de conservación de especies en peligro de extinción.
Lille Musée d'art Modern o museo LaM
El museo de arte moderno de Lille es una atracción cultural contemporánea de primer nivel con más de 6.700 obras de los siglos XX y XXI. Se pueden disfrutar obras de grandes artistas como Picasso, Georges Braque, Paul Klee, Joan Miró y Amedeo Modigliani.
Ciudadela de Lille
Después de conquistar Lille en 1667, Luis XIV no perdió tiempo en reforzar las fortificaciones de la ciudad. La ciudadela en forma de estrella se construyó en solo tres años y fue diseñada por Vauban, el famoso ingeniero militar que dejó su huella en toda Francia en ese momento.
La Ciudadela sigue siendo una base militar francesa en la actualidad, por lo que no se puede entrar, pero puedes admirar las diversas puertas y muros exteriores en un paseo por el parque junto al canal, en Esquermes, la misma zona elegante de la ciudad que el Zoo.
Casa natal de Charles de Gaulle
En la rue Pincesse, en un frondoso barrio al norte de Viejo Lille, se encuentra la casa donde nació Charles de Gaulle el 22 de noviembre de 1890. Pertenecía a sus abuelos maternos, y su familia era acomodada, aunque había perdido sus tierras en la Revolución casi un siglo antes.
Con la ayuda de recuerdos familiares y objetos de interés contemporáneos, la casa ahora es un museo que hace un buen trabajo al recrear una casa burguesa del siglo XIX.
Ayuntamiento y Campanario
El ayuntamiento de estilo art déco se construyó en la década de 1920 y se inspiró en los famosos frontones de Lille.
Flandes, a la que Lille perteneció durante siglos, es una región que destaca por sus campanarios, y el ayuntamiento cuenta con el más reciente y el más alto de todos: es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se eleva a 104 metros. En una ciudad de poca altura como Lille, este hito de hormigón es un marcador útil estés donde estés. Hay 400 escalones para llegar a la cima, aunque se puede subir en ascensor.