Los viajes por carretera en coche se multiplican durante el verano, y es el momento de revisar algunos de los elementos que harán nuestro desplazamiento más seguro y evitará sufrir averías que pueden perturbar nuestras vacaciones y nuestro bolsillo. Se trata de un mantenimiento preventivo que nos ahorrará problemas, o al menos reducirá el riesgo, sobre todo si el coche ya tiene unos años. Lo más aconsejable es llevar el vehículo al taller de la marca o de nuestra confianza, pero hay otras revisiones que podemos hacer nosotros mismos. ¡Hoy en La Gandula te dejamos consejos de revisiones para tu coche para hacer antes de ir de vacaciones!

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8 revisiones que debes hacer al coche antes de irte de vacaciones

  1. Revisar el estado de los neumáticos: Los neumáticos son uno de los elementos más importantes para garantizar la seguridad, tanto para evitar patinazos, reventones, salidas de carretera, y que cuando el coche frene, se adhiera al asfalto. Llevar los neumáticos con la presión adecuada también ayuda a ahorrar combustible. Por eso, hay que comprobar la profundidad del dibujo de las ruedas, lo que se conoce como banda de rodadura (que tiene que ser de como mínimo 1,6 mm), que es lo que proporciona tracción en las ruedas. Todos los neumáticos incorporan a un testigo de desgaste en la superficie, o en la banda, y hay que visualizar que el estado de la goma no esté a la misma altura que el testigo, porque nos indicaría que el neumático sufre un desgaste. Otra opción es utilizar una moneda entre los surcos del dibujo para poder comprobar la profundidad. También tenemos que ver si existes grietas en el caucho. Las ruedas, además, también tienen una caducidad y, aunque por los kilómetros recorridos quizás no toca cambiarlas, el paso del tiempo puede deteriorar la goma. Además del estado, también tenemos que comprobar la presión, siguiendo las indicaciones de los bares que habitualmente se encuentran en las puertas o en uno de los laterales interiores del vehículo. Hay que tener en cuenta que la presión también varía en función si vamos más o menos cargados.
  2. Amortiguadores: Su estado también afecta a la seguridad, porque influye en el control del vehículo. ¿Pero cómo lo podemos saber? Un indicador que el amortiguador puede estar dañado es un comportamiento del vehículo anormal en las curvas y frenazos, que puede tender a irse a hacia un lado. Otro indicador son las señales auditivas y visuales si pasamos sobre un bache, así como las vibraciones cuando rodamos en una carretera normal. Un truco sencillo puede ser apoyarse sobre el vehículo, tanto en la parte delantera como detrás, para comprobar que no tarda en recuperar su posición cuando dejamos de hacerlo. También hay que estar atentos por si vemos una mancha en el suelo porque puede ser debido a la pérdida de líquido hidráulico.
  3. Líquido y pastillas de frenos: Este también es un elemento clave para la seguridad. Tenemos que mantener los niveles adecuados del líquido de frenos para evitar averías, pero el líquido también tiene que estar en buen estado para evitar el riesgo de corrosión o favorecer las burbujas de aire que pueden reducir la potencia de los frenos o incluso su eficacia.
  4. Líquido refrigerante: Uno de los peligros de quedarnos sin líquido refrigerante es el sobrecalentamiento del motor, lo que puede provocar una avería importante. Esta es precisamente la principal función del líquido, absorber el calor del motor para regular su temperatura, que nunca tiene que superar los 90 grados. Además, también protege las piezas de la oxidación y actúa como lubricante. En invierno, en cambio, evita que algunas piezas se puedan congelar, al aguantar bajas temperaturas, y de aquí que también se le conozca como líquido anticongelante.
  5. Nivel y estado del aceite (y el filtro): Si llevamos los mantenimientos del coche al día, seguramente no tendremos que sufrir para quedarnos sin aceite en el motor. Pero a veces, pueden producirse pequeñas fugas que provocan que se pierda aceite, y esta es una causa de avería importante. La función del aceite es proteger todo el motor, lubrificar todas las piezas y disminuir el desgaste causado por la fricción. Además, también ayuda a mantener el motor limpio de partículas, que se quedan en el filtro a su paso, por eso también es importante que este filtro esté en condiciones.
  6. Revisar el funcionamiento de las luces: El sistema de iluminación de un vehículo tiene que funcionar correctamente para garantizar una buena visibilidad, tanto para nosotros como para los otros vehículos. La posición de las luces, así como su color, nos indican cuál es su función. Los faros de detrás tienen que ser de color rojo, los laterales, tienen que ser de color ámbar, mientras que las luces delanteras tienen que ser de color blanco. Las luces delanteras tienen diferentes funciones. Las de niebla nos ayudan a reforzar la iluminación cuando circulamos con niebla y baja visibilidad. Las de posición, indican la posición y la anchura del vehículo. Las luces intermitentes indican la dirección que tomaremos y señalizan el sentido de nuestra marcha. Las luces de cruce se utilizan para ver a corta distancia, y las de carretera (largas), son necesarias para ver a larga distancia. Con respecto a las luces de atrás, encontramos la de marcha atrás, que advierte a los conductores y peatones que el coche circula hacia detrás. Las luces de freno se encienden cuando el coche frena, y también están las luces intermitentes de emergencia, que se encienden delante y detrás de a la hora. Es importante antes de hacer un viaje asegurarnos que las luces funcionan correctamente para evitar accidentes, sobre todo en condiciones de baja o mala visibilidad.
  7. Revisar la batería y las pilas del mando: La batería nos puede dar más de un disgusto si no la llevamos en condiciones, bien cargada, porque es uno de los motivos más frecuentes de asistencia en carretera. Si la batería falla o está en mal estado, el coche no arrancará. En los vehículos más nuevos, las luces se encienden y se apagan automáticamente, pero en los coches más antiguos, que requieren hacerlo manualmente, hace falta asegurarse de no dejarnos las luces encendidas porque se descargará la batería. De la misma manera, es conveniente asegurarnos que las pilas del mando a distancia del vehículo no están a punto de agotarse, o bien, lo más útil es llevar unas de recambio, y así evitaremos quedarnos sin poder abrir y cerrar el coche.
  8. Escobillas y líquido limpiaparabrisas: Aunque parezca un tema menor, estos elementos tienen que estar en buen estado para garantizar una buena visibilidad al volante, que es un aspecto fundamental para la seguridad de los ocupantes. Es conveniente antes de emprender un viaje asegurarnos de que las escobillas no están desgastadas y que los niveles de líquidos están lo bastante llenos.