Pasear por cualquier ciudad sin sortear chicles y colillas es casi imposible. Todas esas manchas oscuras que ves en las aceras son chicles solidificados que seguirán allí hasta que el ayuntamiento decida invertir en quitarlos. Esto fue lo que a Anna Bullus le encendió una gran idea en la cabeza: reciclar chicles. Esta diseñadora británica se dio cuenta de que el poliisobutileno, polímero que hace que los chicles sean gomosos, es similar al plástico y 100% reciclable. 

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Desde nuestra sección GreeN te contamos cómo hizo esta joven a para reciclar los chicles de Reino Unido y cómo puedes contribuir tú con este proyecto tan sostenible.

Cómo nace el proyecto Gumdrop 

Un chicle cuesta unos 5 céntimos, despegarlo 14€. ¿Qué hacer con un chicle usado? Si aún no sabes cómo responder, es probable que lo hayas tirado al suelo alguna vez. Los chicles ensucian las calles y son una fuente de contaminación, así que la iniciativa de reciclar chicles usados nos parece genial. Te contamos cómo lo logró la británica Anna Bullus.

 

1. Distribución de contenedores

Con el fin de sensibilizar a los consumidores, Bullus encargó la fabricación de 600 contenedores destinados a recoger chicles usados, a los que denominó Gumdrops. Este innovador diseño emula de manera creativa una auténtica bola de chicle rosa. Posteriormente, se solicitó que fueran distribuidas en ubicaciones estratégicas en todo el Reino Unido: plazas, estaciones, aeropuertos y universidades. Junto a estos originales contenedores rosas, hay nota informativa que explica a los usuarios cómo sus aportaciones servirán para crear nuevos objetos. Esta diseñadora se dedica al reciclaje de chicles desde el año 2009 y ha logrado que los gobiernos ahorren una considerable suma de dinero en la limpieza de calles. También ofrece charlas de concienciación sostenible para colegios y escuelas en el Museo del Diseño de Londres.

 

2. Objetos de chicle reciclado

En su empresa, Grumdrop, se fabrica una variedad de productos utilizando chicles reciclados, que incluyen suelas de zapatos, tazas de café tanto reutilizables como desechables, cuadernos, lápices, bolígrafos, llaveros y botas de agua. Entendemos que te preocupe la higiene en este proceso, pero debes saber que la transformación es similar a la que se aplica en el reciclaje de botellas de plástico. Los chicles son sometidos a un calentamiento con temperaturas que alcanzan niveles tan elevados que aseguran la destrucción de cualquier patógeno o bacteria presente.

 

3.¿Cómo puedes colaborar con Gumdrop?

  • No tires tus chicles usados al suelo ni los pegues en sitios públicos.
  • Solicita gratis un llavero Gum drop on the go escribiendo un email a imfull@gumdropltd.com. Podrás acumular tus chicles ahí dentro hasta que quieras enviárselos de vuelta. Ellos pagarán tus gastos de envío y te obsequiarán con un descuento por si deseas comprar algunos de sus productos hechos con chicle reciclado.
  • Usa los contenedores grises para desechar tu chicle usado si no puedes reciclarlo y no lo envuelvas en el envoltorio.

 

Gracias a la idea de Ana Bullus las calles y edificios públicos de muchas ciudades están cada vez más limpias. Esta iniciativa también se está empezando a implantar en España, en Mislata, Valencia,  en donde ya se han instalado 50 contenedores destinados también a recoger chicles usados. Ya lo sabes, el suelo no es el mejor lugar para los chicles.

 

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