Siempre que se hace referencia a ciudades con historia de la Península, sale el nombre de Salamanca. Y no es para menos, porque cuando uno llega no puede dejar de admirar multitud de lugares que evocan al pasado.
Ciudad universitaria y turística por antonomasia, Salamanca ofrece al visitante un día para no olvidar. Así que haga frío o calor, no te queda nada más que relajarte y tomar buena nota de todo lo que te va apareciendo al encuentro.
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La Universidad
La Universidad de Salamanca es la más antigua de España y la tercera más antigua del mundo, sólo por detrás de Oxford y Bolonia. Fue fundada en 1134 y ha tenido alumnos de renombre mundial como Miguel Cervantes.
Las facultades de la universidad están repartidas por toda Salamanca y los pueblos vecinos. Sin embargo, los edificios más antiguos se encuentran en el centro de la ciudad. Hay muchos recorridos que te llevarán al corazón de la universidad. Además, puedes admirar fácilmente las antiguas fachadas simplemente paseando por las sinuosas calles del centro de la ciudad.
Intenta encontrar la rana
Una cosa que no puedes dejar de hacer en Salamanca es encontrar la rana. Es una actividad popular entre muchos visitantes de la ciudad y una tradición que completan cada año los nuevos estudiantes. Se dice que encontrar la rana te dará buena suerte, lo que los estudiantes esperan que les ayude en sus exámenes. Sin embargo, no es tan fácil de encontrar.
Mientras deambulas por las calles, verás muchos edificios adornados con intrincadas decoraciones de piedra. La rana forma parte de una fachada impresionantemente detallada en la calle Libreros. Seguro que te encuentras un grupo de personas mirando hacia arriba mientras buscan la pequeña rana de piedra. No es fácil de detectar y puede llevar algún tiempo localizarla.
Pasea por las calles antiguas
El casco antiguo de Salamanca es muy fácil de recorrer a pie. Entre las calles estrechas y sinuosas se pueden admirar todos los edificios antiguos, muchos de los cuales tienen fachadas impresionantemente.
También puedes encontrarse con algunas de las atracciones populares de Salamanca mientras paseas, como la Casa de las Conchas, que está decorada con más de 300 conchas, el símbolo del famoso Camino de Santiago.
Salamanca también tiene muchos museos. Casa Lis es un hermoso edificio junto a las antiguas murallas de la ciudad y alberga muchas exhibiciones de arte decorativo. Muy cerca, en la Plaza del Mercado Viejo, se encuentra el Museo de Historia del Automóvil.
La Catedral
Hay dos catedrales en Salamanca. La antigua (Catedral Vieja de Santa María) y la nueva (Catedral Nueva). La original se fundó en el siglo XII, mientras que la construcción de su contraparte más moderna comenzó en 1513, aunque no se completó hasta 1733. Desde entonces, ambas catedrales están unidas formando una estructura impresionante.
Dentro de la catedral hay un enorme espacio abierto con murales de estilo más gótico y un retablo central notable. Escondidas en las alcobas hay capillas más pequeñas, cada una decorada con hermosas obras de arte y detalladas figuras talladas.
Paseo por la Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Salamanca está rodeada de hermosos edificios antiguos similares a los que encontrarás en otros lugares de este centro histórico de la ciudad. Alrededor hay bares y restaurantes. Un lugar popular ya sea durante el día para almorzar o por la noche cuando muchos lugareños salen a comer algo o tomar unas copas.
Se dice que la Plaza Mayor de Salamanca es la más hermosa de España, incluso más hermosa que su equivalente en Madrid. La plaza alberga muchos eventos durante todo el año, como ferias del libro, mercados o festividades religiosas, y es el lugar ideal para asistir a cualquier celebración.
Camina por el puente romano
El puente de Salamanca es visto como un símbolo de la ciudad por lo que está incluido en su escudo de armas. Alrededor del puente hay una gran área de parque atravesada por el río Tormes, mientras que mirando hacia la ciudad verás la catedral que se cierne sobre todo luciendo impresionante y majestuosa.
Al acercarte al puente romano desde el casco antiguo, te encontrarás con un alto monumento de piedra llamado Cruz de los Ajusticiados. En el pasado, aquí se colgaban las cabezas de los prisioneros ejecutados. Como el puente romano era el principal punto de entrada a Salamanca, las cabezas serían lo primero que vería un viajero y servirían como advertencia a los recién llegados con malas intenciones sobre las estrictas leyes que regían la ciudad.