El Solsonès es un espacio que no deja de impresionarnos a medida que lo recorremos. Hoy os quiero hablar de una torre, pero no de una torre cualquiera, la torre de Vallferosa, ubicada muy cerca del pueblo de Torà y además, la torre medieval que hoy en día sigue en pie, más alta de todo Catalunya.

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La historia de la Torre de Vallferosa

Siempre se ha pensado que esta torre medieval pertenece en el siglo X o XI, construida con la función de ser una torre defensiva cuando se creó la Marca Hispánica durante el periodo de la Reconquista. Pero en los últimos años, se han hecho pruebas de carbono 14 para sacar conclusiones más exactas, y los hallazgos han sido realmente sorprendentes.

Esta torre tiene una altura impresionante, 33 metros se suben hacia el cielo, pero esta no es su única particularidad. Este tipo de torres defensivas siempre se construían en lugares elevados, normalmente en las cumbres de las montañas, pero no es el caso de la Torre de Vallferosa, que está construida cerca de un canal.

Las pruebas realizadas en conjunto por la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Torà, rompen con todo lo que se había pensado sobre la torre, y fechan su construcción entre el siglo VII y VIII, cuando la zona pertenecía a al-Ándalus y no a los condados catalanes.

Para el momento se desconoce la función que cumplía la torre, pero todo parece indicar que no formaba parte de ningún sistema defensivo, sino que seguramente cumplía funciones de almacenaje del grano o incluso de puesto de control del canal. Eso sigue siendo un misterio que esperamos que se pueda resolver muy pronto.

Visita a la Torre de Vallferosa

La Torre de Vallferosa es visitable, pero previamente se tiene que hacer una reserva al Ayuntamiento de Torà para que nos acompañen. También se puede ir por cuenta propia, con la diferencia que si vas tú solo no podrás visitar el interior de la torre. Además, podrás visitar los restos de la vieja iglesia de Sant Pere de Vallferosa, que fecha del siglo XVIII.

El itinerario empieza en Torà, un pueblo medieval situado en la comarca del Solsonès. Primero tendrás que encontrar los antiguos lavadores y a través de las fuentes de Torà y el puente que atraviesa el río Llanera podrás ir siguiendo las indicaciones hasta llegar a la torre.

Cuando estés te darás cuenta de que no solo la torre es muy alta, 33 metros de altura, que para la época en que fue construida es todo un avance técnico, sino que observarás que la puerta no es a ras de tierra, sino que está situada a 10 metros de altura. La torre está formada por 4 plantas.

En la primera planta se encuentra una especie de pozo o agujero que es bastante profundo. El uso que se le daba sigue siendo un misterio, desde depósito de cereales o de agua hasta una prisión. Para el momento se desconoce su uso. Si seguimos subiendo por la torre, podremos observar los restos de un lavabo y una cocina, lo que hace evidente que alguien vivía allí en algún momento de la historia.

Subir hasta la cumbre de la torre solo es apto para las personas que están más en forma y para las que el vértigo no sea un problema, ya que para ascender los 33 metros se tiene que hacer por una escalera de mano de madera. Arriba de todo, podrás ver un techo románico original, probablemente lo único que sigue inalterado en todo Catalunya. Arriba también disfrutarás de unas vistas de la zona incomparables.