Si eres un niño de los 2000, seguramente si te digo la palabra slime te viene a la cabeza aquellos vídeos con recetas mágicas y un ingrediente que parecía imposible de conseguir: el bórax. Seguramente, como la mayoría, tú también intentabas hacer mil recetas y nunca te acababa de salir bien y ahora tienes el recuerdo frustrado. O, quizás fuiste un afortunado y conseguiste hacerlo de forma casera.

Sea como sea, ahora lo tendrás que volver a utilizar, pero no para jugar y hacer inventos, sino para limpiar tu coche. Sí, aunque parezca imposible nuestro querido recuerdo de la infancia puede ser muy útil para limpiar las partes de plástico de nuestro vehículo y hacer que queden brillantes y perfectas.

Olvídate de la aspiradora o los trapos

Muchas veces para limpiar el interior de nuestro coche no es suficiente con una simple aspiradora de mano. Si queremos ir un paso más allá, las soluciones como el famoso slime son el truco definitivo para eliminar todo rastro de polvo y suciedad. Eso es gracias a su consistencia y composición, que hace que todo el polvo se adhiera y desaparezca por completo.

pexels tima miroshnichenko 6873015
Persona limpiando un coche. Foto: Pexels

Ahora, el slime lo puedes comprar en cualquier tienda o, si quieres acabar con la espinilla que te quedó de hace unos años, puedes probar de hacerlo en casa con solo tres ingredientes (y sin el famoso pero imposible de conseguir bórax). Lo hemos probado y, te aseguramos que, por fin, te quedará bien.

La receta del slime casero

Para hacer a nuestro aliado de limpieza del coche, solo necesitarás tres ingredientes que a buen seguro que ya tienes por casa, más fácil imposible:

  • ½ de cola blanca
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • ½ de solución para las lentillas

Todos los ingredientes se tienen que mezclar hasta conseguir una masa homogénea que se desenganche con facilidad. Si la solución queda muy líquida, acabarás ensuciando más el coche y si, por el contrario, la solución queda demasiado espesa, no se limpiará de forma correcta.

La prueba para saber si la mezcla tiene la consistencia perfecta es si, al tocarla con los dedos, queda incrustada en la piel. Si te pasa eso, más vale que tires el slime para no manchar el coche. En cambio, si no se engancha ya no tienes excusas para ponerte a limpiar el interior de tu vehículo.

La alternativa del slime es fácil, barata y permite llegar a los rincones más escondidos de nuestro coche donde se acostumbra a esconder polvo y suciedad. Con esta sencilla mezcla conseguirás eliminarlo cómodamente y olvidarte de la aspiradora o los trapos.