¿No acostumbras a dormir del tirón? ¿Te cuesta conciliar el sueño? Hay muchas cosas que pueden influir en cómo dormimos, pero tienes que saber que la temperatura corporal puede incidir ampliamente en la capacidad de conciliar el sueño y en la calidad del descanso. Aunque esto nuestras abuelas no lo sabían a ciencia cierta, ya lo intuían, y por eso proponían soluciones contra el insomnio que los estudios científicos han demostrado que son efectivas. Te explicamos cuáles son y por qué funcionan.
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El truco de la abuela para dormir toda la noche
Hay muchas cosas que las abuelas hacían por sentido común y que, con el tiempo, se ha demostrado que estaban alineadas con la ciencia. Por ejemplo, si alguna vez tu abuela te animó a tomar un vaso de leche caliente antes de ir a dormir, lo hacía con mucha razón: la leche caliente contiene triptófano, un aminoácido esencial que el cuerpo utiliza para producir serotonina y melatonina que, como es bien sabido, son sustancias que promueven el bienestar y regulan el ciclo del sueño, respectivamente.
Por otra parte, y lo más importante, es que este vaso de leche también aumenta la temperatura corporal, lo que provoca una sensación de relajación que los estudios científicos han demostrado que facilita la conciliación del sueño. Un estudio científico demostró que este aumento de la temperatura corporal previo a ir a la cama puede ser la clave para conseguir dormir de un tirón. En concreto, un estudio de la Universidad de Tejas publicado en Sleep Medicine estudió el efecto de una ducha rápida de agua caliente un par de horas antes de ir a dormir. Los resultados fueron sorprendentes.
Los científicos estudiaron esta técnica, conocida como calentamiento pasivo del cuerpo con agua, precisamente porque el consejo de tomar un baño caliente antes de dormir es bastante habitual y querían saber si se sustentaba científicamente. Los investigadores hicieron una revisión de estudios de miles de publicaciones y llegaron a una conclusión: darse un baño de agua tibio entre una hora y dos horas antes de ir a la cama contribuye a dormirse más rápido, a mejorar la calidad del sueño y a sentirnos más descansado al día siguiente. Lo más importante de todo es que no hace falta que sea una ducha de mucho rato, con solo 10 minutos es suficiente para conseguir todos estos beneficios.
Por qué funciona calentar el cuerpo antes de ir a la cama para dormir mejor
El secreto de este truco que tan bien conocían nuestras abuelas reside en la forma que tiene el cuerpo de regular su temperatura y la relación que eso tiene con el sueño. El hecho es que el cerebro y el sistema nervioso reaccionan a la bajada de la temperatura del cuerpo como una señal que indica que es la hora de dormir (porque la temperatura cae al final del día). Cuando nos duchamos con agua caliente, se activa la circulación de las palmas de las manos y las plantas de los pies. Eso le permite al cuerpo liberar calor y, paradójicamente, reducir la temperatura central del cuerpo. Y aquí radica la magia: el enfriamiento gradual del cuerpo le envía una señal al cerebro para prepararse para el descanso, lo que promueve un estado de relajamiento que facilita el sueño.
Si tienes problemas para dormir, puedes probar este sencillo truco para tratar de engañar a tu cuerpo y facilitar la inducción del sueño. ¡Buenas noches!