Mantener la orden en casa muchas veces parece misión imposible. Pasas la escoba, sacas el polvo, limpias y organizas todo el espacio, pero en un abrir y cerrar de ojos todo vuelve a estar listo para una nueva limpieza. Uno de los sitios donde se evidencia más este bucle está en las estanterías.

Estos muebles son un reflejo del orden o desorden y uno de los objetos que predomina son los libros. A menudo los ordenamos por preferencia, orden alfabético, tamaño o colores. Pero una vez cogemos uno o dos, el caos empieza a apoderarse del estante y, en consecuencia, de toda la estancia.

Por eso, te traemos todos los trucos y consejos para hacer que cada cosa se mantenga en su lugar después de ordenarlo y hacer limpieza:

1. Escoge un buen momento para limpiarlo

Decidir cuándo organizar el espacio y limpiarlo es igual o más importante que la misma limpieza. Tenemos que estar mentalizados y dispuestos a deshacernos de todo el necesario para poder ser tan productivos como sea posible.

2. Vaciar todo el estante

Empezar vaciando por completo todo el estante es clave para tener una visión más amplia y decidir dónde colocar cada objeto y organizar de forma más eficiente el espacio. Es una opción más útil, práctica y rápida que ir mirando pequeñas partes y después tener que volver a modificar cosas. Hacerlo todo de una sola vez nos permite tener visión panorámica para organizar todo lo que quieren poner y aquello que tenemos que tirar.

3. Adapta la limpieza en el material concreto

Cada material es diferente y, como tal, hay que utilizar el producto adecuado para hacer que el estante luzca lo mejor posible. Por ejemplo, el cristal se tiene que limpiar con limpiacristales y, para las superficies de madera, se recomienda utilizar productos que alimenten el mueble y, a la vez, desinfecten la superficie.

4. Utiliza calcetines viejos

Este truco es infalible para llegar a los rincones complicados o de difícil acceso. Ponte unos calcetines que ya no utilices en las manos y podrás limpiar con ellos cualquier parte de los estantes.

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Estante de una casa. Foto: Pexels.

5. Limpia los libros uno a uno

Como es lógico, es importante no mojar los libros a la hora de sacar el polvo, por lo cual, lo más recomendable es utilizar una bayeta de microfibra y hacerlo siempre con el libro cerrado.

6. Mantenimiento cada tres días

Lo mejor para evitar que todo se vuelva a descontrolar es hacer una limpieza de mantenimiento cada tres días o, mínimo, una vez a la semana. Así evitarás un mayor desorden mayores.

7. Protección

Se puede realizar una mezcla casera para evitar que el polvo se adhiera a los estantes barnizados, que además los nutrirá. Solo hace falta mezclar dos partes de aceite de oliva, tres partes de esencia de trementina (aguarás) y cuatro partes de vinagre. Con esta mezcla conseguirás hacer brillar todos los muebles.

8. Organiza tus libros

Siempre es buena idea echar una ojeada por detectar qué ejemplares de libros ya puedes dar o regalar y, por el contrario, cuáles tendrán siempre un sitio en tu corazón y en tu estantería. Para hacerlo lo más eficiente posible puedes ayudarte de métodos como el de Marie Kondo y, a partir de aquí, encontrar formas para organizarlos: por combinaciones son infinitas, pero la esencial es la practicidad a la hora de buscarlos.

Con estos trucos a buen seguro que conseguirás un espacio mucho más ordenado y eficiente, que sea el reflejo de una casa limpia. ¿Te animas a probarlo?