Marcharse de vacaciones comporta una serie de gastos que no todo el mundo se puede permitir. Por norma, viajar se considera una práctica no precisamente económico. El objetivo de este artículo veraniego de La Tumbona es romper este mito y demostrar que los viajes low cost (o viajar barato) es una realidad al alcance de todo el mundo. Hay quien se puede permitir hacer varios viajes el año sin mirar demasiado el bolsillo, otros optan por hacer un solo viaje al año con todas las comodidades posibles, y después hay un tercer grupo que prefiere hacer escapadas, a menudo ajustándose a un presupuesto low cost.
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Como organizar un viaje limitando los gastos paso a paso. ¿Qué hay que hacer?
Escoge un destino. El mejor aliado para hacer un viaje económico es la flexibilidad. Es importante que tengas una amplia disponibilidad de fechas y descartes, aquellas más demandadas, como el mes de agosto, la Semana Santa o los festivos de Navidad. El viajero low cost tiene que ir un poco a contracorriente y evitar destinos de moda o con alta demanda.
Consigue el vuelo más económico. A la hora de comprar un billete de avión, un buen consejo es hacerlo directamente en la página de la aerolínea. Ten las alertas activadas, puedes encontrar verdaderas gangas, en incógnito (el martes los precios acostumbran a ser más económicos) y con una VPN.
En caso de que hagas un viaje largo, lo mejor es adquirir un billete para el país más barato. Los vuelos con escalas pueden ser más económicos, así como los aeropuertos secundarios.
Planifica los traslados y estúdiate bien el transporte interno, ya sea metro, autobuses, trenes... (recuerda que los trayectos nocturnos en tren acostumbran a ser más económicos). Y no olvides explorar todas las opciones, como el autostop. Hay países donde es una práctica habitual y muy extendida.
Escoge el alojamiento. No es una tarea difícil, pero sí que es cierto que es donde solemos gastar la mayor parte del presupuesto. No hay que renunciar a la comodidad, quizás solo parcialmente. Hay muchísimas opciones económicas más allá de los hoteles, como campings, albergues juveniles, casas particulares que podemos encontrar con Airbnb e incluso gratuitas como la opción del Couchsurfing (dormir en el sofá de alguien que no le hace nada que ocupemos su casa).
También está la opción de trabajar unas horas a cambio del alojamiento, hacer intercambio de casas o el House Sitting donde te alojas gratis en una casa a cambio de vigilarla, cuidar los animales de compañía y regar las plantas, por ejemplo. Está claro que la tecnología ha facilitado mucho la vida del viajero.
Ajusta el presupuesto general y escoge uno diario. Decide cuánto dinero quieres invertir en este viaje y crea un presupuesto general. Posteriormente, es recomendable decidir de cuánto dinero dispondremos al día. Apunta todos los gastos que vayas teniendo. Es una buena manera de dárseles cuenta en qué nos gastamos el dinero, y evitar cometer errores en el futuro.
Opta por el equipaje ligero. Olvídate de facturar la maleta. Con una mochila de 10 kilos tendría que ser suficiente para llevar todo lo necesario. Te ahorras el cobro de extras en el aeropuerto. Cabe decir que la época del año y la meteorología condicionan mucho el espacio y el peso. Es preferible que lleves puesta la ropa y el calzado más voluminoso. A menudo, cuando preparamos la mochila, tendemos a llenarla de cosas "por si acaso" y es un error, porque después no acostumbramos a utilizarlas. Mucho mejor ir ligeros y escoger los imprescindibles. Además, nos ahorramos problemas con las compañías aéreas, como la pérdida de maleta y el tiempo de espera para recogerla o facturarla.
Come de manera sana sin arruinarte. Aquí toca renunciar al postureo de las redes sociales. Sustituye los restaurantes por el supermercado. ¿Es glamuroso? No especialmente, pero si la idea es hacer un viaje económico, toca recortar gastos. Fruta, ensaladas, bocadillos preparados son buenas opciones para comprar en los supermercados o mercados, y siempre está la opción de organizar un pícnic en alguna zona verde. Sin embargo, llevar una dieta equilibrada será más complicado. Recuerda, compra en las tiendas locales y organízate para no tener que comer en los aeropuertos, que acostumbran a tener los precios disparados.
Si viajar te apasiona, que el dinero no sea un impedimento. Viajar de manera low cost es posible con tiempo, organización y mucha planificación. Ve preparando la mochila y decidiendo cuál será el próximo destino, la vida es demasiado corta y hay demasiado mundo por explorar. Y el mejor consejo, a viajar, se aprende viajando.
¿Te ha picado el gusanillo de viajar después de leer este artículo? En la Tumbona encontrarás muchos textos que te inspirarán a recorrer el mundo (o Catalunya), como uno que te ayudará a perder el miedo a volar. También te proponemos este artículo que revela que eres un catalán haciendo turismo.