Falta solo una semana para que las calles de Verges (Baix Empordà) se vuelvan a llenar de miles de personas para ver la tradicional Dansa de la Mort. Para quien no haya escuchado a hablar nunca de ella, se trata de un baile representado por cinco esqueletos dispuestos en forma de cruz y que danzan al sonido de un tambor. Sobre las doce y media de la madrugada del viernes, después de la clásica representación de los últimos momentos de la vida de Cristo en la Plaza Major, las calles de Verges se quedarán a oscuras para ver pasar una de las procesiones más clásicas, y sobre todo diferentes, de la Semana Santa catalana. Este espectáculo, año tras año, cuadruplica la población de esta localidad bajo-ampurdanesa. ¿Quieres conocer más detalles sobre esta tradición?

El cantautor Lluís Llach, que es de Verges, ya lo dice en un vídeo promocional que la Dansa de la Mort es más fácil de bailar que de entender, y es que detrás de la simplicidad de ejecución que tiene, hay mucha tradición y misterio. El origen de la Dansa de la Mort se remonta a la edad media, muy probablemente al siglo XIV, en un contexto marcado por la peste negra (1348), que causó millones de muertos en Europa. En aquel momento había un sentimiento religioso muy fuerte y era muy común la obsesión con la muerte y el juicio final, de aquí que el objetivo de la Dansa de la Mort sea recordar a la población que todos somos iguales ante la muerte: reyes, campesinos, niños, ancianos, ricos, pobres...

Dansa de la Mort / ACN

¿Cómo se baila?

La Dansa de la Mort es solemne y rítmica, y se baila en silencio absoluto. En las calles de Verges solo se escucha un tambor, no hay acompañamiento musical, cosa que hace que el ambiente sea todavía más misterioso. Los movimientos son lentos y repetitivos, con pasos muy marcados que simbolizan el carácter inevitable de la muerte. Bailan cinco personas a la vez y todos van disfrazados de calaveras; cada uno tiene un papel y lleva unos elementos concretos. El primer saltador de la Dansa de la Mort de Verges es conocido como "la Dalla". Este esqueleto adulto lidera el grupo y lleva una guadaña con la inscripción "Nemini Parco", que significa "No perdono a nadie". Es el único danzante que a cada evolución da un giro completo de 360º. Con la guadaña en posición de segar, da una vuelta entera sobre sí mismo como si segar por todas partes.

La "Bandera o Abanderat" es un esqueleto adulto que se ubica justo en medio de la danza, detrás de la "Dalla". Este danzante lleva la "Bandera de la Muerte", una bandera negra con el dibujo de una calavera y dos huesos cruzados que representan el imperio de la Muerte, y dos inscripciones bien explícitas: a una lado "Nemini Parco" y al otro "Lo temps és breu", traducción en catalán antiguo de la expresión latina Tempus Fugit. Al lado de la "Bandera" se sitúan los "Platets", dos esqueletos niños que llevan un platillo lleno de ceniza mostrando a los espectadores lo que serán algún día. El último de los danzantes es el "Rellotge", que cierra el grupo de saltadores. Se trata de un esqueleto infantil que lleva un reloj sin brocas y a cada paso de danza señala con el dedo una hora de manera aleatoria.

Además de los cinco danzantes, hay un "Tabal", que no lleva vestido de esqueleto, sino una túnica negra. El "Tabal" marca el ritmo sencillo pero poderoso de la danza. También participan del acto las "Torxes o Antorxes", que son cuatro personajes más, dos adultos y dos niños, que flanquean el tambor y van vestidos como él: túnica negra y capucha lila, con guantes y alpargatas negras con los huesos pintados y un casco con forma de calavera. Llevan una antorcha cada uno.

Un espectáculo único

Es más que probable que la de Verges no fuera la única danza bailada con esta finalidad, pero todas han ido desapareciendo con el tiempo. En cambio, en Verges esta tradición ha sobrevivido ininterrumpidamente hasta hoy, se representa cada año desde hace siglos y mantiene la coreografía, el vestuario (esqueletos pintados sobre ropa negra) y el espíritu simbólico. Por ejemplo, en países como Francia, Alemania y Suiza, hay frescos que representan danzas de la muerte, pero solo son un documento histórico, o en Mallorca, donde hay procesiones con figuras que representan la Muerte, pero no una danza propiamente dicha.

Dansa de la Mort de Verges / ACN

¿Un ritual pagano?

Viendo la Dansa de la Mort, más de una persona podría pensar que se trata de un ritual antiguo de estilo pagano, pero nada más lejos; se trata de una representación de teatro religioso medieval que forma parte de la Procesión del Jueves Santo. Lo que pasa es que elementos como las calaveras, los esqueletos, la oscuridad, las antorchas, y la música rítmica con tambores pueden recordar a ciertas ceremonias rituales más antiguas o paganas, pero hay que apuntar que estos elementos que se ven en la Dansa de la Mort, se utilizan al servicio de un mensaje cristiano.

Eso significa que los esqueletos, la oscuridad, la música del tambor... son utilizados con un propósito didáctico y religioso dentro del contexto del cristianismo. Por ejemplo, los esqueletos que bailan no celebran la muerte, sino que son un aviso que la muerte llegará para todo el mundo, sin distinciones, es un recordatorio de la vanidad del mundo y la necesidad de vivir rectamente (según la visión cristiana). En el caso de los mensajes que llevan los esqueletos, como "Lo temps és breu", no buscan asustar, sino invitar a la reflexión espiritual y al arrepentimiento, especialmente en un momento tan significativo como la Semana Santa. Además, hay que recordar que forma parte de los actos de la procesión de Jueves Santos en Verges. Por lo tanto, estas imágenes que podrían parecer oscuras o paganas, se interpretan desde una óptica cristiana para transmitir un mensaje religioso sobre la vida, la muerte y la salvación.

La Dansa de la Mort de Verges es mucho más que una tradición escénica; es un grito silencioso que atraviesa los siglos para recordarnos la fragilidad de la vida y la igualdad ante la muerte. Es de aquellas cosas de las que se puede decir aquello que "vale la pena verlo una vez en la vida".