La generación de la paz quiere la reunificación de Irlanda. Bautizados como los peace babies, aquellos nacidos después de la firma de los Acuerdos del Viernes Santo (1998) han vivido en una Irlanda del Norte postconflicto (troubles). Ahora, una encuesta de The Times, muestra que esta generación (entre los 18 y los 24 años) quieren mayoritariamente la reunificación de Irlanda. Además, en esta franja de edad un 40% se siente irlandés y solo el 15% es unionista.
En cambio, los mayores de 65 años es posicionamiento radicalmente en contra: la mayoría se sienten británicos y el 43% es unionista. La brecha generacional y la huella del conflicto deja una Irlanda del Norte con generaciones con proyectos de futuro para el país completamente enfrentados. La escritora y activista, Emnma DeSouza afirma en The Guardian: "La gran diferencia se debe a un cambio tectónico en la conciencia de la sociedad y a un apetito creciente por la política progresista. Esta hambre es fundamentalmente incompatible con la ideología unionista regresiva arraigada en el dominio cultural y el conservadurismo".
DeSouza apunta que el concepto de una Irlanda unida puede seducir, especialmente teniendo en cuenta el contexto político actual de Irlanda del Norte, dónde formar gobierno es ya una odisea. "Las atracciones por una Irlanda unida son muchas. Un gobierno que funcione, mejores protecciones de los derechos humanos, un retorno a la UE, para citar solo algunos. En cambio, el sistema político de Irlanda del Norte es un caso disfuncional y cada vez menos atractivo para los jóvenes de hoy", sentencia.
Cambios en la sociedad norirlandesa
Veinticinco años después de la firma del acuerdo de paz, la sociedad norirlandesa es diferente en varios aspectos. Por una parte, la generación más joven rechaza el proyecto unionista y las heridas del conflicto no son una prioridad en su agenda política. Además, en el 2002, por primera vez en 100 años que hay más católicos que protestantes. Se trata de un hecho sin precedentes y que sitúa por primera vez la población católica (45,7%) por encima de la protestante (43,9%), mientras que un 9,3% no se identifica con ninguno de estos dos grupos, hecho que provoca que no haya un bloque mayoritario, como sí que pasaba en algunos momentos con una prevalencia de los católicos.
Respecto del 2011, los protestantes han perdido un 4% de la población (48%), mientras que los católicos se han mantenido estables durante la última década. Un cambio que coincide con el aumento del apoyo a la reunificación, opción tradicionalmente apoyada por la población católica de Irlanda del Norte.