El Gobierno de Australia ha anunciado este lunes que ha iniciado junto a Holanda acciones legales contra Rusia por el derribo del vuelo MH17, que en 2014 fue alcanzado por un misil mientras volaba sobre el este de Ucrania. La acción conjunta llevará el incidente, investigado también por un tribunal holandés, ante la Organización Internacional de Aviación Civil, una agencia de la ONU especializada en seguridad aérea y cuya función es de mediador, pero que tiene potestad para condenar o imponer sanciones contra países que infrinjan la ley internacional.
El MH17 se dirigía a Ámsterdam tras despegar desde Kuala Lumpur el 17 de julio de 2014 cuando, mientras sobrevolaba una zona controlada por rebeldes -apoyados por Rusia- en el este de Ucrania, fue alcanzado por lo que investigadores y fiscales internacionales dicen que era un misil tierra-aire de fabricación rusa. Desde el accidente, que provocó la muerte de 298 personas -38 de ellos australianos-, Australia y Holanda han demandado a Rusia una compensación y una disculpa.
Moscú niega estar implicado
Sin embargo, Moscú, que niega su participación en el incidente a pesar de los hallazgos de una investigación internacional, se retiró unilateralmente de las negociaciones con los dos países en octubre de 2020. "La negativa de Rusia de asumir la responsabilidad por su papel en el derribo del vuelo MH17 es inaceptable y el Gobierno australiano siempre ha dicho que no excluirá ninguna opción legal en nuestra búsqueda de justicia", han apuntado hoy en un comunicado el primer ministro, Scott Morrison, y la ministra de Exteriores, Marise Payne.
Mientras tanto, un tribunal holandés juzga desde hace dos años a cuatro sospechosos -tres rusos y un ucraniano- por su supuesta responsabilidad en el derribo del MH17 y se espera que para finales de 2022 el tribunal pueda dictar una sentencia. Se considera que los cuatro sospechosos son responsables de organizar la instalación del lanzamisiles, su despliegue, y su transporte desde y hacia Rusia, y, aunque ocuparon diferentes posiciones, trabajaron en estrecha colaboración, según la fiscalía, que pidió el pasado diciembre la cadena perpetua para todos. Los sospechosos desempeñaron un papel en la entrada y salida del lanzamisiles Buk al este de Ucrania, pero no fueron quienes dieron la última orden de derribar el avión, dice la Fiscalía, que, no obstante, considera que debían haber evitado el desastre, pero que optaron por seguir adelante con los planes de derribar el MH17.
Más sanciones australianes
Por otro lado, el Gobierno de Australia también ha anunciado este lunes sanciones contra Roman Abramovich, dueño del club de fútbol inglés Chelsea, y otros 32 oligarcas y empresarios rusos, así como sus familiares inmediatos, como parte de una serie de medidas adoptadas contra la invasión de Rusia a Ucrania. Las sanciones llegan después de que la Premier League inglesa despojara el sábado a Abramovich el permiso de dirigente del club después de que el Gobierno británico congelara sus activos la semana pasada, por lo que impide al club generar ingresos por la venta de entradas, 'merchandising' y operaciones de jugadores.