Ha habido acuerdo. La Unión Europea ha llegado finalmente a un entendimiento sobre el mecanismo de reparto de refugiados, después de que los países del bloque comunitario hayan conseguido este viernes desbloquear las negociaciones sobre el Pacto Europeo de Migración y Asilo. Concretamente, han dado apoyo a dos reglamentos para reforzar la protección de las fronteras exteriores y un mecanismo de solidaridad que ayudará a los estados miembros que reciben los flujos mayores. Francia preside actualmente el Consejo de la UE, de manera que también ha presidido la reunión de los ministros del Interior en la cual se ha alcanzado el pacto. El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, ha celebrado en rueda de prensa que el acuerdo es "una primera etapa muy importante, que permitirá muy pronto empezar la segunda". Sobre todo, en el contexto de la invasión rusa de Ucrania y la enorme cifra de personas desplazadas que genera la guerra.
Darmanin ha considerado un gran "avance" haber obtenido el apoyo de una amplia mayoría de los estados miembros y ha anunciado que tanto la presidencia francesa como la Comisión Europea tienen previsto organizar una reunión de la "plataforma de solidaridad" en los próximos días para traducir "el acuerdo histórico". Ha puesto el foco en el hecho de que una docena de países se hayan comprometido al traducir esta solidaridad en una reubicación de refugiados, a la vez que ha recordado que los estados miembros que no quieran hacer lo mismo tendrán que dar apoyo económico a los países que acojan personas migradas. La mayoría de las delegaciones han dado apoyo a los avances en los reglamentos de procedimientos de control previos a las entradas (screening) y el EURODAC (sistema biométrico para la identificación de los que llegan), así como una declaración de solidaridad que pretende involucrar los estados miembros en los esfuerzos vinculados a la migración.
El desbloqueo es importante, ya que hacía casi dos años que la reforma migratoria y de asilo estaba bloqueada. Desde que Bruselas presentó su propuesta, en septiembre del 2020, habían sido pocos los avances en la negociación. Una negociación marcada por las diferencias entre: por una parte, los países en primera línea que reciben el número mayor de refugiados y reclaman solidaridad; por otra, los menos afectados y que son más reticentes a acoger personas migradas. La presidencia francesa propuso el pasado febrero un enfoque gradual para avanzar pasa a paso en las negociaciones, con el fin de encontrar un equilibrio entre un mecanismo de solidaridad para ayudar a los países de primera línea y normas más duras para controlar las fronteras. La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, ha valorado positivamente la estrategia seguida por Francia para desbloquear las negociaciones.
El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se había mostrado optimista con las conversaciones de este viernes y había dicho que se podría "avanzar con acuerdos importantes". "Tenemos tres puntos muy relevantes en los cuales creo que puede haber un acuerdo", había adelantado el ministro, que también había indicado que es "la primera vez que se habla políticamente del principio de la solidaridad".