Israel está utilizando órdenes de evacuación para llevar a cabo el desplazamiento forzado deliberado y masivo de civiles palestinos en Gaza, según un informe de Human Rights Watch, que afirma que esta política constituye crímenes contra la humanidad. El grupo con sede en los Estados Unidos añadió que había reunido evidencia que sugería "el crimen de guerra de traslado forzoso [de la población civil]", describiéndolo como "una grave violación de las Convenciones de Ginebra y un crimen bajo el estatuto de Roma de la corte penal internacional". El informe se ha publicado en medio de una evidencia creciente que Israel está acelerando sus esfuerzos por dividir la Franja de Gaza en dos con una zona de amortiguación y está construyendo nueva infraestructura para dar apoyo a una presencia militar prolongada, con un ritmo creciente de demoliciones y destrucción.
Los residentes en el norte de Gaza han dicho que las fuerzas israelíes estaban asediando a las familias desplazadas y el resto de la población, que algunos calcularon que eran unos cuantos millares, y les ordenaron dirigirse en el sur a través de un puesto de control que separa dos ciudades y un campamento de refugiados de la ciudad de Gaza. Los hombres fueron detenidos por interrogarlos, mientras que a las mujeres y los niños se les permitió continuar hacia la ciudad de Gaza, dijeron residentes y médicos palestinos. Human Rights Watch pidió que la política israelí de desplazamiento forzado sea investigada por el Tribunal Penal Internacional y también instó a que se impongan sanciones específicas contra Israel, incluyendo el cese de la venta de armas.
Destrucción generalizada de gran parte de Gaza
El informe del destacado grupo internacional de derechos humanos, titulado Sin esperanza, hambrientos y asediados: el desplazamiento forzado de palestinos en Gaza por parte de Israel, apunta a una de las políticas más controvertidas de Israel: el uso de órdenes de evacuación, que han provocado desplazamientos masivos dentro de Gaza, con muchas personas desplazadas muchas veces. Eso se traduce, con datos del The Guardian, en el desplazamiento de más del 90% de la población –1,9 a millones de palestinos– y la destrucción generalizada de gran parte de Gaza en los últimos 13 meses.
El informe de HRW contrasta marcadamente con la evaluación realizada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos a principios de esta semana que Israel no había violado las leyes norteamericanas sobre el bloqueo de los suministros de ayuda una vez transcurrido el plazo de 30 días que le dio a Israel para aumentar el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza o correr el riesgo de que se cortara parte de la asistencia militar.
El cuarto Convenio de Ginebra estipula que, en territorio ocupado por un beligerante, el desplazamiento de civiles solo se tiene que producir en circunstancias excepcionales por "razones militares imperiosas" o para la seguridad de la población, y exige salvaguardias y alojamiento adecuado para recibir a los civiles desplazados. Los principios rectores de las Naciones Unidas sobre el desplazamiento interno también establecen que, en todas las circunstancias, las partes en conflicto tienen que prevenir y evitar las condiciones que puedan dar lugar al desplazamiento de personas".
A pesar de estas condiciones, Israel ha utilizado repetidamente órdenes de evacuación –tanto en el Líbano como en Gaza– para desplazar por la fuerza civiles, aunque estas órdenes no tienen carácter legal. Aunque los dirigentes israelíes y las Fuerzas de Defensa de Israel han justificado el uso de las órdenes de evacuación, argumentando que el uso demuestra la adhesión de Israel a la protección de los civiles en tiempo de guerra, el grupo dice que, en cambio, han perjudicado a los palestinos. "Israel afirma que el desplazamiento de casi toda la población de Gaza se ha justificado por la seguridad de la población y por razones militares imperativas, y que ha tomado las medidas necesarias para salvaguardar a los civiles", destaca el informe.