La Unión Europea ha celebrado este domingo un "día histórico" con la incorporación de Lituania, Letonia y Estonia en la red eléctrica europea, después de que los países bálticos se hayan desconectado del sistema ruso BRELL como acto de liberación ante las "amenazas y el chantaje" energético de Moscú, tal y como ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Durante una ceremonia celebrada en Vilna, la mandataria ha explicado que "se desmantelarán las últimas líneas eléctricas que quedan con Rusia y Bielorrusia" y que este es un paso hacia la "libertad" energética de los países bálticos.

De esta manera, Lituania, Letonia y Estonia han pasado a formar parte de la red energética europea, la llamada Red Eléctrica Europea Sincronizada (UCTE), en una iniciativa para protegerse de cualquier maniobra de presión de Rusia a través del suministro de electricidad. El proyecto de sincronización con la red europea ha sido factible gracias a la aportación de más de 1.230 millones de euros en subvenciones del Mecanismo Conectar Europa de la UE, que cubre el 75% de los costes de inversión, así como otras inversiones financiadas en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en Letonia y Lituania para reforzar su infraestructura eléctrica.

Los dirigentes bálticos han aplaudido al unísono la incorporación de sus países en la red europea. Tras ser informado de la desconexión por teléfono, el primer ministro de Lituania, Gitanas Nauseda, ha dicho "Adiós, Rusia. Adiós, Lenin" en referencia a la conocida película alemana. El estonio Kristen Michal ha celebrado que su país haya dado "un paso importante para fortalecer nuestra seguridad energética y mitigar todavía más la dependencia de Rusia". Asimismo, la primera ministra de Letonia, Evika Silina, ha afirmado que se trata de "un hito histórica para la seguridad energética y la independencia de Letonia" en una "ruptura permanente con la red eléctrica rusa y bielorrusa".

En este contexto, Catharina Sikow-Magny, la coordinadora europea de los proyectos de sincronización del Báltico, se erige en una figura destacada a la hora de facilitar la colaboración con los estados miembros de la UE en la región. Entre los trabajos futuros se incluye la construcción del interconector Harmony Link de 700 MW entre Lituania y Polonia, cuya finalización está prevista para 2030.

Moscú avisa de graves repercusiones económicas

Por su parte, el Kremlin ha dicho que la desconexión de los bálticos de la red eléctrica rusa es una "medida adoptada por motivos políticos" que tendrá graves repercusiones económicas. Moscú considera que la salida del sistema BRELL "aumentará los precios de la electricidad en la región, hará que las redes eléctricas sean menos fiables y erosionará todavía más la competitividad económica de la UE". "Los hogares y las empresas europeas, principalmente en los países bálticos, serán los que cargarán con los costes", ha declarado Rusia en un comunicado enviado en Bruselas. Moscú también ha avisado de que "la constante campaña de la UE para cortar los lazos energéticos con Rusia solo empeorará sus perspectivas económicas".