Coincidiendo con la retirada del ejército norteamericano de Afganistán, los talibanes han iniciado una feroz ofensiva que los ha llevado a controlar más distritos que nunca en su historia. Según el medio especializado Long War Journal, hasta 93 distritos estarían bajo control de los integristas, cosa que supone un 23% del país. O lo que es lo mismo, hasta 5 millones y medio de personas (de un total de 20) viven bajo su control.
De estos 93 distritos, 11 han caído bajo control talibán durante el último mes, coincidiendo también con el anuncio por parte de los Estados Unidos de la retirada de sus tropas del país. De hecho, el general de la Infantería de la Marina estadounidense, Kenneth Franklin McKenzie Jr., ha confirmado hoy mismo que la mitad del ejército ya se ha retirado.
La captura de estos distritos por parte de los talibanes ha generado dudas sobre la capacidad de las fuerzas afganas, entrenadas por los norteamericanos durante años, de resistir los ataques. Un buen ejemplo es el que pasó en la provincia de Ghor, donde, según los talibanes, los soldados afganos "se asustaron y huyeron de la zona" por su ataque.
Una situación similar se produjo en el distrito de Qaisar, en la provincia del norte de Faryab. "Las fuerzas afganas se retiraron de todos los edificios gubernamentales a Qaisar después de los fuertes ataques de los insurgentes", dijo a Efe un oficial de seguridad de Faryab, que ha pedido permanecer en el anonimato.
Preocupación creciente
"La razón por la que los talibanes nunca han capturado once distritos en un solo mes en los últimos 20 años es que teníamos a las fuerzas de los EE.UU. y de la OTAN que aportaban apoyo aéreo, armas y vehículos", ha dicho a Efe el jefe del Comité de Defensa de la Cámara Alta, Hashim Alokozai. Según ha denunciado, las fuerzas afganas carecen del equipamiento moderno de la coalición internacional.
No opina lo mismo el portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Rohullah Ahmadzai, que ha asegurado que las retiradas son tácticas. "Las fuerzas de seguridad se han retirado a algunas áreas según sus propios planes para evitar bajas entre la población civil; los talibanes no han conquistado estas zonas", ha aclarado.
El creciente control talibán del país se visto como un peligro para los trabajadores nativos de organizaciones extranjeras, como los intérpretes. Sin embargo, la promesa de los talibanes de no atacarlos y la prevista reanudación de las conversaciones de paz entre el gobierno del país y los mismos integristas hacen que la situación parezca ser más esperanzadora que años atrás, cuando precisamente los norteamericanos decidieron intervenir militarmente iniciando una de las guerras más crudas y largas de las últimas décadas.
A pesar de controlar un cuarto del país, Long War Journal advierte que los talibanes "están en todas partes" ya que en los últimos años han recibido la ayuda de grupos como Al-Qaeda y otros grupos yihadistas de países como Uzbekistán y Tayikistán.