Uno de los inviernos más fríos nunca vistos sacude la isla de Tonga, un país del pacífico. El clima de Tonga es tropical y se define por una estación húmeda de noviembre a abril con lluvias moderadas y variables, y una estación seca de mayo a octubre, tal como destaca el Banco Mundial. En este sentido, los meses más lluviosos son enero, febrero y marzo con precipitaciones que superan los 250 mm de lluvia mensuales. Según el portal goaway, la mejor época para viajar a Tonga es de mayo a noviembre, pues, precisamente porque es la estación seca y, por lo tanto, hace menos calor y humedad. Pero podría dejar de serlo. El impacto del cambio climático está provocando que sea uno de los peores inviernos que se recuerdan y eso ha hecho que se hayan agotado las sudaderas con capucha en la isla. Así lo recoge el The Guardian, que constata también que los aparatos portátiles de calefacción también han volado.

El diario británico se hace eco de las informaciones del servicio meteorológico de la isla que destaca que registraron un mínimo de 9,3 grados centígrados en la estación meteorológica de Lapaha a finales de mes. El mínimo histórico del país de 8,7 °C se estableció el mes de septiembre de 1994. Y es que no se puede perder de vista que la isla es conocida precisamente por su clima cálido y sus playas, y que las temperaturas en invierno oscilan entre los 18 y los 21 grados.

Tonga experimentará más temporales y más frío

El panorama no parece que tenga que mejorar este mes de agosto. Más allá de la anécdota de las sudaderas con capucha agotadas, se espera que haga mucho más frío de lo que es habitual. Todo hace pensar que el clima será más fresco para agosto y se pronostica que las temperaturas podrían bajar hasta los 10 grados en algunas partes de la isla la semana que viene.

La ola de frío actual está relacionada con el fenómeno meteorológico de El Niño y se produce en medio de patrones climáticos cambiantes, ya que partes del hemisferio norte se sofocan a causa de olas de calor extrema.

El servicio meteorológico del país ya emitió una alerta de El Niño en julio que les decía a los ciudadanos que se prepararan para noches más frescas, menos lluvias y más ciclones los próximos meses. En este sentido, los habitantes intentan adaptarse a marchas forzadas en este nuevo invierno, tal como destaca también el mismo artículo en el The Guardian. Unas temperaturas muy inusuales y muy diferentes de las que están acostumbrados los habitantes de la isla. Así, destaca que los efectos del frío se están notando por todas partes. Se ha visto aumentada la demanda de unidades de calefacción, ropa de abrigo y medicamentos, incluso provocando escasez de estos en algunas tiendas.

 

Imagen principal: una playa del pacífico / Unsplash