La cara más visible de Siria después de la caída del régimen de Bashar al-Asad es la de Abu Mohammad al-Golani, líder del grupo islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al-Sham o HTS, en árabe). Haciendo valer sus promesas de una transición política en el país árabe, el islamista ha anunciado este sábado la disolución del HTS en el marco de un proceso de transformación democrática que culminará con unas elecciones en los próximos cuatro años. De esta manera, Al-Golani promete poner fin a una organización que, inicialmente, estuvo fuertemente vinculada a Estado Islámico. El distanciamiento con el Daesh los años posteriores al estallido de la guerra civil hizo del HTS una alternativa seria al gobierno de Al-Asad, una oportunidad que la organización ha aprovechado para hacerse fuerte y liderar las fuerzas de oposición que han hecho caer al régimen.
"Cuando acabe el proceso de transición, el HTS habrá desaparecido". Al-Golani tiene la intención de anunciar la disolución de la organización en la próxima Conferencia de Diálogo Nacional, todavía sin fecha, que se celebrará en la capital, Damasco. Cuando menos, esta renovación democrática requiere dos elementos necesarios para la culminación en unas elecciones libres: la redacción previa de un nuevo marco constitucional y la actualización del recuento de la población mediante un "censo exhaustivo". El islamista ha explicado en una entrevista con la cadena Al-Arabiya que elaborar una nueva Constitución es imprescindible para crear "un marco político duradero" en el país, después de medio siglo de dinastía de los Al-Asad.
Al-Golani también se ha defendido de las críticas donde se lo acusa de excluir a sus rivales de este proceso de transición. "Los nombramientos actuales eran esenciales para el momento que atravesaba el país y no pretendían dejar a nadie fuera, pero un acuerdo de poder entre facciones podría haber hecho descarrilar el proceso de transición", ha dicho. Además, el líder del HTS ha asegurado que su intención es incorporar a las milicias kurdas al nuevo ejército del país, aunque ha indicado que un grupo en concreto, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), designado por Ankara como organización terrorista, no tendrá cabida en el organigrama militar. En este sentido, aunque Turquía las vincula con el PKK, Al-Golani ha asegurado que ya hay negociaciones en marcha con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la coalición de la cual forman parte las Unidades de Protección Popular (YPG).
La nueva política exterior siria
Durante la entrevista, el islamista también ha expresado su deseo de que el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, levante las sanciones impuestas a Siria durante la guerra civil para facilitar el proceso de transición. "Esperamos que no siga la misma política que su predecesor", en referencia al inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden. Paralelamente, Al-Golani también ha manifestado su interés por acercarse a dos grandes rivales de los norteamericanos y grandes aliados de Al-Asad, Rusia e Irán. "Espero mensajes positivos de Irán", ha dicho antes de referirse al Kremlin como uno de los socios con quien Siria comparte "intereses estratégicos". "No nos gustaría que Rusia saliera del país de una manera que pudiera deteriorar las relaciones bilaterales", ha manifestado.
Por su parte, continuando con el relato de una dinámica transformadora, la jefe del servicio de Inteligencia, Anas Jattab, ha anunciado que todas las agencias de seguridad serán desmanteladas y reconstruidas. La autoridad militar ha opinado que esta rama fue configurada por Al-Asad como una extensión de su represión. "Nuestro valiente pueblo ha sufrido mucha injusticia y opresión del antiguo régimen a través de sus diversos servicios de seguridad", ha lamentado. Hasta ahora, las autoridades del nuevo ejecutivo han detenido alrededor de 300 colaboracionistas del régimen en menos de una semana, a través de operaciones en curso en varias partes de Siria, según la red de activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Entre los arrestados hay exoficiales, personal de seguridad e informantes implicados en la detención de civiles, así como otros sospechosos de haber cometido abusos bajo la protección del régimen.