Las protestas contra el régimen de Irán entran en su tercer mes consecutivo. Arran de la muerte de Masha Amini el pasado mes de septiembre miles de personas, especialmente mujeres jóvenes, han tomado las calles de Irán para protestar contra el velo obligatorio, protesta que ha evolucionado en una denuncia del régimen extremista que controla el país desde hace décadas. Aunque ya hace semanas de la muerte de Amini, las protestas no se desinfla. La noche pasada los manifestantes volvieron a tomar la calle para conmemorar las movilizaciones de 2019, donde murieron 300 personas. En este caso, las protestas han acabado con la vida de al menos 12 personas.
Bajo el lema que está marcando esta ola de protestas en Irán, Mujer, vida, libertad, miles de personas recorrieron las calles de varias ciudades del país. Según los medios oficiales del régimen iraní. "Grupos terroristas han aprovechado el caos de las protestas" para abrir fuego contra los manifestantes en la ciudad de Ize, en el sur de Irán. Allí, un grupo de hombres armados que viajaban en motociclos dispararon contra la multitud, matando a 12 personas hasta el momento, según informa El País.
Manifestantes indefensos
Dos manifestantes han sido ejecutados por el régimen de Irán para protestar contra el régimen. Amnistía Internacional y el conjunto de ONG que asisten al Congreso contra la Pena de Muerte de Berlín han denunciado la indefensión absoluta de grupos especialmente vulnerables, como las mujeres, o minorías como la kurda, ante la aceleración de las ejecuciones en Irán.
Al menos 21 participantes en las manifestaciones pacíficas en Irán están expuestos a ser condenados a muerte, según la directora de AY en el Oriente Medio y África, Diana Eltahawy. Ya son miles los detenidos en estas marchas, contra cuatro de los cuales se tiene constancia que están acusados formalmente de actuar "contra la revolución islámica", cosa que se castiga con la pena capital. "El principal problema es la falta de transparencia con que actúan los llamados tribunales de la Revolución", ha apuntado al director ejecutivo del Ensemble contra la Peine de Mort (ECPM), Raphaël Chenuil-Hazan.
Las diversas ONG hablan de indefensión absoluta por parte de los manifestantes, ya que no hay ni siquiera una forma fiable de contabilizar las muertes que se han producido desde el inicio de las protestas. Eso las si suma la amenaza de la pena de muerte vigente al país. Chenuil-Hazan ha subrayado: "Cualquier pena de muerte tiene una raíz política, incluidas las que se producen en democracias donde sigue vigente la pena capital".