La fiscalía belga ha decidido alargar la prisión provisional a la exvicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, y el exeurodiputado belga, Marc Tarabella, a raíz de la investigación del Qatargate, el caso de presuntos sobornos por parte de países como Qatar y Marruecos en miembros de la Eurocámara.
En un comunicado publicado este viernes, la justicia belga informa que mantiene la detención de Kaili al menos dos meses más. Y, en el caso de Tarabella, la prisión provisional se prolonga, como mínimo, un mes más. La fiscalía ha tomado esta decisión después de que ambos hayan comparecido ante el juez este martes. Concretamente, Kaili, sospechosa de ser una de las principales jefas de la trama, fue detenida el pasado mes de diciembre. En cambio, Tarabella ha sido detenido a principios de febrero.
"Como parte de una investigación a gran escala de la Fiscalía Federal sobre hechos sospechosos de organización criminal, corrupción y lavado de dinero, E.K. y MT comparecieron el 28 de febrero delante de la sala de acusación del Tribunal de Apelación de Bruselas. La prisión preventiva de estos dos sospechosos se ha prorrogado dos y uno mes, respectivamente", ha informado la Fiscalía en un breve comunicado.
Entre el resto de implicados en el Qatargate se encuentra la pareja de Kaili, Francesco Giorgi, y el exeurodiputado Pier Antonio Panzieri. Ambos continúan entre rejas. Cabe mencionar que, el enero pasado, Panzieri llegó a un acuerdo con las autoridades para colaborar en la resolución del caso.
El otro eurodiputado detenido el mismo día que Tarabella, Andrea Cozzolino, que recientemente suspendido, se encuentra bajo arresto domiciliario cerca de Nápoles. Está pendiente de que las autoridades judiciales italianas pronuncien sobre su extradición el próximo 14 de marzo. Y el secretario general de la ONG 'No Peace Without Justice', Niccolò Figa-Talamanca, ha sido liberado a principios de febrero sin condiciones.
Un ministro catarí es el cerebro del Qatargate, según la justicia belga
La justicia belga cree que Ali bin Samikh Al Marri, ministro de Trabajo de Qatar, es el cerebro de toda la trama de corrupción en el Parlamento Europeo bautizada con el nombre de Qatargate. Así, según la justíca belga, era él quien controlaba las tareas del principal imputado por el Qatargate, el exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri.
Panzeri firmó un acuerdo de colaboración con la Fiscalía y aseguró que se arrepentía de sus actos. Ahora, según publica la revista Político, la justicia belga considera que Panzeri era el hombre de Qatar en Europa. Y que seguía las órdenes de Ali bin Samikh Al Marri.