El fantasma de Chernóbil recorre Ucrania. Los gobiernos ucraniano y ruso se acusan mutuamente de orquestar provocaciones usando la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, que se encuentra en el sur de Ucrania y que fue tomada por las tropas rusas en marzo de 2023. De esta forma crece el temor a un accidente nuclear como el que sacudió el país y toda Europa en 1986. Kiev ha acusado a Rusia este miércoles de haber colocado "objetos extraños similares a artefactos explosivos" en el techo dos reactores nucleares de la central con los cuales podrían provocar un accidente deliberado y culpar al ejército ucraniano. Moscú, por su parte, lo niega y acusa a Ucrania de planear un "sabotaje". Después de la destrucción de la presa de Kajovka a principios de junio, atentado por el cual los dos países se acusan mutuamente, no se descarta ningún escenario.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas ha alertado este miércoles "de objetos extraños similares a artefactos explosivos" que supuestamente las tropas rusas habrían puesto en dos de los seis reactores nucleares de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, uno de los puntos calientes de la guerra por el miedo al desastre nuclear. Según Kiev, las intenciones de Moscú podrían ser un atentado de falsa bandera para culpar del ataque, y en consecuencia desastre nuclear, al ejército ucraniano. El Estado Mayor ha asegurado que "monitorizan y controlan la situación" y que "ninguna provocación del enemigo tendrá éxito". De hecho, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, avanzó anoche en Telegram dicha información de inteligencia sobre la central y valoró que "quizás es para simular un ataque a la planta o quizás tienen algún otro propósito. "Pero en todo caso, el mundo ve que la única fuente de peligro para la central nuclear de Zaporiyia es Rusia y nadie más", dijo Zelenski.
Rusia niega las acusaciones
Rusia ha negado este miércoles las acusaciones ucranianas de haber puesto explosivos en el techo de la central de Zaporiyia y, por el contrario, ha acusado a Ucrania de planear un "sabotaje" en las instalaciones. Según el Kremlin, hay un "alto riesgo" de que eso pueda pasar. "La situación en Zaporiyia es bastante tensa, existe una gran amenaza de sabotaje por parte del régimen de Kiev que puede tener consecuencias catastróficas", ha afirmado el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. "¿Por qué tendríamos que tener explosivos allí? No tiene ningún sentido y está dirigido a mantener la tensión en torno a la planta", ha afirmado Renat Karchaa, asesor de la operadora rusa de plantas nucleares, Rosenergoatom. Según Karchaa, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, "miente descaradamente". "Minar el techo de las unidades energéticas es una amenaza, no podemos permitírnoslo. Alguien en este caos necesita mantener el juicio", ha concluido Karchaa.