Pocas horas después de que el presidente ruso Vladímir Putin declarara la victoria del Kremlin sobre Mariúpol, aunque algunos informes independientes advierten de que todavía resisten grupos en la planta de acero Azovstal, el alcalde de esta ciudad portuaria asediada, Vadym Boichenko, ha denunciado la existencia de una gran fosa común donde se habrían podido enterrar hasta 9.000 cadáveres. Para demostrarlo, ha compartido imágenes tomadas por un satélite de la empresa tecnológica Maxar, similares a las que demostraron la existencia de los cadáveres en Bucha y la culpabilidad del ejército ruso. "En las fotos de Maxar el 9 de abril, el sector de la fosa común en Mangush (en el área de Mariúpol) es 20 veces mayor" que la de Bucha, explica en un mensaje difundido vía Telegram.
Según ha denunciado Boichenko, los rusos habrían cavado trincheras en la zona, que iban llenando durante todo este mes, día tras día, de cadáveres. El alcalde asegura que sus fuentes les han informado de que en estas tumbas, los cadáveres se colocan los unos sobre los otros, formando varias capas de muerte. "El mayor crimen de guerra del siglo XXI se ha cometido en Mariúpol. Este es el nuevo Babyn Yar. Hitler después mató a judíos, gitanos, romaníes y eslavos. Ahora, Putin está destruyendo a los ucranianos", ha lamentado el concejal, en referencia al barranco en las afueras de Kyiv, donde los nazis perpetraron sus masacres contra la población de la región durante la Segunda Guerra Mundial, volviendo a comparar el presidente ruso con Adolf Hitler, un paralelismo que se ha ido repitiendo durante estos casi dos meses de guerra.
¿Bajo control total ruso?
Ante esta situación, el alcalde de Mariúpol, que ha sido una de las ciudades que más ha sufrido el acoso del ejército ruso desde el inicio de la invasión, ha reclamado una fuerte reacción de "todo el mundo civilizado", rogando que alguien pare este genocidio: "Ya han matado a decenas de miles de civiles". El concepto "genocidio" ha provocado ciertos momentos de tensión con Francia, ya que el presidente Emmanuel Macron ha rechazado utilizar este término y se ha decantado por "crímenes de guerra", mientras que en los Estados Unidos, tanto Joe Biden como el expresidente Donald Trump lo han utilizado desde que se descubrieron los cadáveres de Bucha, algo que Zelenski les ha agradecido.
A mediados de marzo, los servicios públicos de la ciudad habían enterrado a unas 5.000 personas en varias zonas de Mariúpol y barrios periféricos. Según las estimaciones que se han hecho hasta ahora, el número total de asesinatos por parte del ejército ruso podrían superar las 22.000 personas. Su población, inicialmente de casi medio millón de habitantes, era una de las más pobladas del país, ahora mismo no supera a los 100.000 residentes, que viven en unas condiciones infrahumanas desde hace semanas. Los bombardeos han destrozado un 80% de su superficie.
Ahora mismo, Moscú asegura que ya han conseguido el control de esta ciudad, que tiene una posición estratégica, ya que les sirve de paso para sus tropas entre Crimea y el Donbás, donde Rusia centra sus esfuerzos desde hace unas semanas. Mientras tanto, sin embargo, Kyiv asegura que los rusos no tienen el control total, pues todavía hay unos 2.000 soldados y algunos residentes atrincherados en una planta siderúrgica de Azovstal.