ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Mikolaiv defiende cada kilómetro de la ciudad para impedir que los rusos vayan hacia Odesa. Ya hace seis días que hay bombardeos en la ciudad. Hasta hace nada, acostumbraban a producirse de noche, pero hace dos días hubo bombardeos durante el día. Eso provocó que murieran, como mínimo, 9 personas y 13 resultaran heridas. "Antes de eso no teníamos tantas víctimas porque la gente iba a los refugios durante la noche. Están utilizando bombas de dispersión". El alcalde de Mikolaiv, Oleksandr Senkevych, explica en conversación con ElNacional.cat que estas bombas ya han afectado a más de 260 edificios civiles. "Han tocado hogares infantiles, centrales de calefacción, de gas, de luz... no hay nada militar aquí", enumera desesperado.
En este contexto, le preguntamos por las condiciones de las personas que se han quedado en la ciudad, cómo viven, si es posible todavía conseguir comida. "Tenemos servicios especiales que están reparando todo lo que destrozan las bombas. Tenemos luz, gas, agua y calefacción. Pero en algunas zonas, algunas partes de las ciudades no hay. Se está tratando de solucionar, no es fácil. Están arriesgando las vidas para dar suministro". Y es que ir al supermercado, también cuesta. "Cuando sales de casa o de los refugios arriesgas la vida. No hay mucha gente por las calles. Y si tienes que ir al supermercado, tienes que ir rápido. De hecho, los muertos que hubo hace dos días estaban haciendo cola para entrar en el banco, para sacar dinero. Las bombas explotaron justo allí".
La intención de los rusos, tal como explica Senkevych, es llegar hasta Odesa. "Des de Jersón, quieren llegar a Odesa y Mikolaiv está en medio". Así, explica que tienen una vía abierta con Odesa. "Desde allí nos llegan productos y también funciona como corredor humanitario para evacuar gente, los que quieran o se puedan marchar". También destaca que en su ciudad ha llegado ayuda de otros países: "Concretamente, nosotros hemos recibido ayuda, aparte de otras ciudades ucranianas situadas más al oeste, de Polonia, Rumania, Italia y Georgia". Lo que llega, constata, es básicamente productos enlatados, conservas y productos generales de ayuda humanitaria. "Algunos los estamos ya repartiendo, pero hemos creado una especie de almacén y desde allí hacemos la distribución". En este sentido, reitera que no es fácil ir al supermercado. "Logísticamente, tenemos problemas, ya te lo puedes imaginar. No hay demasiada variedad de productos".
¿Cómo se protege la ciudad?
Los ataques rusos sobre la ciudad se repiten. "El ejército nos ha enseñado a hacer trincheras. También a organizar los grupos de defensa territorial, que no tienen, generalmente, experiencia militar. Están muy motivados, por eso. Todos los servicios, como la policía o servicios especiales, están preparados para defender la ciudad. Los rusos, en cambio, no están nada motivados porque dicen que somos 'nazis', pero aquí hay gente protegiendo su casa, su familia, la ciudad... Estamos preparados para luchar". Senkevych cree que el objetivo es llegar a Odesa: "Aquí estamos haciendo frontera, defenderemos nuestra ciudad, estamos preparados".
"Nunca habíamos pensado en una guerra, ¿sabes? Es muy fuerte todo... Pero después del 24 de febrero tenías que cambiar de chip, eso ha cambiado nuestra vida para siempre. Nuestra vida ha cambiado. Dicen que limpian ciudades, como lo que han hecho en Mariúpol, sin embargo, es una catástrofe lo que están haciendo". Destaca que se han visto imágenes escandalosas del hospital materno-infantil de Mariúpol "pero hemos visto gente quemando en los patios de las casas". "Es que disparan a gente desde los tanques, por la calle...". La conversación se funde en un silencio.
Un silencio que vuelve cuando le preguntamos por su familia. Una pausa. Larga. "Hay dos alcaldes detenidos que los han puesto en prisión y nadie sabe nada. Mi familia está fuera y están protegidos, yo me he quedado". "Teníamos planes de cómo hacer la ciudad más confortable, cambiar algunas cosas, mejorar el puerto y nos lo han arruinado todo. No pueden hacer nada bueno aquí. Tienen su país arruinado y quieren que el nuestro también lo sea", concluye, visiblemente afectado.