Se abre una nueva página. Un tribunal alemán ha condenado a un ex alto mando de los servicios secretos sirios a cadena perpetua por torturas en el primer juicio internacional contra los presuntos responsables de los crímenes cometidos por el régimen de Bachar al-Asad. Una decisión histórica que asienta un precedente para futuros juicios.

La Audiencia Territorial de Coblenza ha declarado culpable al exjefe de la unidad de investigación de la prisión del departamento de seguridad 251, Anwar Raslan (de 58 años), de cometer crímenes contra la humanidad "en forma de asesinato, tortura, privación grave de libertad, violación y agresión sexual". Concretamente, el tribunal lo ha considerado culpable de asesinato en 27 casos; de lesiones físicas graves, en 25; de violación particularmente grave y agresión sexual, en dos; de privación de libertad de más de una semana, en catorce; de secuestro, en dos; y de abusos sexuales de presos, en tres.

Una esperanza para las víctimas

El juicio se ha celebrado basado en el principio de la justicia universal, al cual Alemania se adhirió el año 2002. Se trata de un procedimiento que puede asentar precedente para la rendición de cuentas que demandan gobiernos y activistas para los crímenes del régimen sirio durante la guerra civil. "Este veredicto es solo el principio y tenemos un largo camino en frente", ha dicho Ruham Hawash, superviviente sirio de la prisión y parte de la acusación particular en el actual proceso. En un comunicado emitido por el Centro Europeo de Derechos Humanos y Constitucionales (ECCHR), ha añadido que "este juicio y la decisión de hoy son una primera pasa hacia la libertad, la dignidad y la justicia". Asimismo, ha señalado que el veredicto es "importando para todos los sirios que han sufrido y que todavía sufren los crímenes del régimen de Al-Asad". "Nos demuestra que la justicia no habría y no tiene que quedar en un sueño para nosotros", ha afirmado.

El secretario general de ECCHR, Wolfgang Kaleck, ha subrayado que la condena de Raslan "muestra lo que puede conseguir el principio de la justicia universal, a pesar de todas las limitaciones de la justicia criminal internacional". En este sentido, ha remarcado que este tipo de procedimientos son frecuentemente "la última esperanza para las víctimas de los crímenes más graves" y que el fallo judicial "crea una base sólida" para futuros juicios. Igualmente, ha añadido que si bien tratar en terceros países crímenes cometidos en Siria "no es ideal", sí que es "posible" y constituye "un deber ninguno los afectados".

Una base para futuros juicios

La Audiencia Territorial de Coblenza ya condenó en febrero de 2021 el exmiembro de la inteligencia militar siria Eyad Alghareib a cuatro años y medio de prisión por complicidad en torturas sistémicas, que el tribunal pudo probar en treinta casos. Los procesos contra Raslan y Alghareib, abiertos el 23 de abril del 2020, son los primeros en los cuales Alemania aplica el principio de la justicia universal contra los crímenes cometidos en Siria. El juicio contra Alghareib se disgregó del de Raslan, cuya condena ha confirmado por primera vez que los crímenes en Siria equivalen a crímenes contra la humanidad.

Así, las diligencias previas del fiscal federal general y la obtención de pruebas ante el tribunal de Coblenza son "una valiosa base" para el próximo proceso sobre Siria, según Amnistía Internacional. Este siguiente procedimiento tiene que empezar el 19 de enero contra un médico sirio ante la Audiencia Territorial de Frankfurt, acusado de haber torturado y causado graves daños físicos y psicológicos entre los años 2011 y 2012 a presos identificados como miembros de la oposición al régimen de Al-Asad tanto en el hospital militar de Homs como en la prisión de la inteligencia militar.

 

Imagen principal: Una familiar de víctimas del régimen sirio, en las puertas de la Audiencia Territorial de Coblenza (Alemania) / Efe