Alemania ha prohibido las mascarillas de tela en los espacios públicos, y a partir de ahora exigirá el uso de mascarillas profesionales -máscaras quirúrgicas o las FFP2 (las que tienen forma de pico)- para acceder al transporte público, a los comercios o a cualquiera de los servicios administrativos todavía abiertos. En las residencias de ancianos se ha establecido que tanto los residentes como los empleados tendrán que usar las FFP2.
La decisión se ha tomado en una reunión de la canciller Angela Merkel con los presidentes de los Länder, después de llegar a la conclusión de que sólo las mascarillas profesionales ofrecen un nivel aceptable de protección.
También han decidido prolongar al menos hasta el 14 de febrero el cierre que afecta a la restauración, el ocio, la cultura, el deporte y el comercio, excepto supermercados y farmacias, además de los colegios y guarderías.
A consecuencia de la decisión de Merkel y los presidentes de los Länder, se ha disparado en Alemania una carrera para obtener máscaras quirúrgicas y de tipo FFP2.
El despliegue de la medida corresponderá a cada Land, y Baviera ya ha anunciado que apostará por la FFP2 y lo aplicará a partir del lunes. En cambio, Sajonia, Berlín o Renania de Norte Westfalia han optado por un periodo transitorio.
Vorsicht bleibt der richtige Weg. Wird das Virus gefährlicher, muss die Maske besser werden. Bayern hält das hohe Level an Schutzmaßnahmen: Ausgangssperren, Pflicht zu FFP2-Masken in ÖPNV und Handel, mehr Home Office, Distanzunterricht und Notbetreuung in Kitas.
— Markus Söder (@Markus_Soeder) January 19, 2021
El presidente de Baviera, Markus Söder, partidario de medidas duras contra la Covid, ha afirmado en un tuit que la precaución es el camino a seguir, y ha defendido la mascarilla FFP2. "Si el virus se vuelve más peligroso, las mascarillas tienen que ser mejores. Baviera tiene un alto nivel de medidas de protección: Toque de queda, mascarillas FFP2 obligatorias en el transporte público y el comercio, en las oficinas, en la enseñanza y en la atención en guarderías".
El problema es que las mascarillas FFP2 son más caras y cuestan en la farmacia entre 2 y 4 euros, ante los 0,45 de las mascarillas quirúrgicas. Existe el compromiso de decretar una ayuda mensual de 17 euros para los parados y las personas que dependan de ayudas sociales.
En Francia se está produciendo un debate similar. El ministro de Sanidad, Olivier Véran, ha manifestado en una entrevista en France Inter, que las mascarillas de ropa hechas en casa probablemente no tienen todas las garantías necesarias.
.@olivierveran : "Le #masque artisanal fabriqué chez soi n'offre pas nécessairement toutes les garanties nécessaires" #le79Inter pic.twitter.com/wou2Q06136
— France Inter (@franceinter) January 19, 2021
En Catalunya, El departament de Salut estudia la posibilidad de incentivar, o incluso hacer obligatorio, el uso de las mascarillas FFP2, ante las nuevas variantes de coronavirus. La consellera Alba Vergés ha explicado que el miércoles tuvieron un debate técnico sobre esta cuestión y que estudiarán si es necesario tomar alguna decisión. Hoy por hoy, sin embargo, ha insistido en el uso de las mascarillas y de llevarlas de forma adecuada.