Alemania ya se prepara para una vacunación masiva de ciudadanos al principio del año próximo, según informa el diario económico Handelsblatt.

El plan del gobierno alemán ya va tomando forma. Calcula que a finales de este año o a principios del 2021 la UE tendrá sobre la mesa seis vacunas del coronavirus, y Alemania las piensa usar.

Según las previsiones del ministerio de Salud alemán, serán las siguientes:

Seis vacunas

- La americana Pfizer, hecha con colaboración con la empresa alemana Biontech.

- La de la Universidad de Oxford con la compañía farmacéutica británico-sueca Astra-Zeneca.

- La americana Johnson & Johnson.

- La americana Moderna.

- La americana Novavax.

- La británico-francesa de las empresas farmacéuticas Sanofi y Glaxo-Smithkline.

El gobierno alemán prevé que para que la vacuna tenga éxito real, será necesario que se lo apliquen dos tercios de los alemanes, lo que significa unos 55 millones de personas. "Un enorme reto logístico" que ya se está preparando. El reto, sin embargo,no se conseguirá en cuestión de meses, y eso ya lo dan por hecho.

El reparto de casos por 100.000 habitantes en 7 días en Alemania (Instituto Robert Koch)

El presidente de la comisión de vacunaciones del Instituto Robert Koch (RKI), el organismo encargado de la lucha contra la covid en Alemania, afirma que la campaña de vacunación integral contra el coronavirus no se podrá completar antes del 2022, y que se tendrá que hacer durante todo el año próximo.

El ministro de Salud, Jens Spahn, advierte además que en las primeras semanas de la vacuna no habrá muchas dosis disponibles, y que se tendrá que esperar a una mayor producción de los laboratorios. "El primer día y las primeras semanas y posiblemente los primeros meses no habrá suficiente vacuna para todo el mundo que quiera vacunarse", ha dejado claro.

Así es la vacuna

Un catalán que ha participado en las pruebas de la vacuna Pfizer ha explicado a RAC1 que los síntomas que provoca son similares a una gripe, y que le duraron 5 horas. La segunda dosis fue más fuerte. "La segunda dosis ya me dijeron que sería más intensa. Y efectivamente tuve más malestar, mucho más dolor como si tuviera una gripe muy fuerte. Los efectos me duraron aquella noche y al día siguiente", afirma.

Miquel Fernández vive en el estado de Oklahoma, en Estados Unidos, y se presentó para hacer los ensayos clínicos. Empezaron en el mes de septiembre.