La primera vuelta de las elecciones francesas han dado una victoria para la extrema derecha de Marine Le Pen, que ha contado con el 34% de los votos y se disputará con la izquierda, agrupada bajo el Nuevo Frente Popular (NFP), que ha quedado en segunda posición con un 28%, el control de la Asamblea Nacional el próximo domingo 7 de julio. El escenario se presenta complicado para las fuerzas de izquierda, que tienen solo una semana para decidir la estrategia para intentar, ya no evitar la victoria de Le Pen, sino que lo haga con mayoría absoluta. El exprimer ministro francés, Manuel Valls, ha alertado de la situación en la cual queda al país si la extrema derecha llegara al gobierno francés "tienen un programa económico imposible, que puede arruinar Francia". En una entrevista en Catalunya Radio, Valls ha señalado que hay "una forma de división y de confrontación, además de la imagen terrible para Francia" que puede comportar un gobierno en manos de los ultras. Con todo, ha concluido "si es lo que la gente vota, se tendrá que aceptar, pero todavía tenemos unos días para evitar eso".

Fracaso de la izquierda

Manuel Valls ha valorado la situación en Francia después de la primera vuelta de las elecciones legislativas, a pesar de que ha afirmado que los resultados han sido los previstos, tal como indicaban las encuestas y ya pudieron augurar las elecciones europeas del 9-J, que llevó a Emmanuel Macron a convocar las elecciones anticipadas. El ex primer ministro ha reflexionado que los resultados revelan un "voto de esperanza en términos de violencia y seguridad", así como lo referente con políticas de inmigración. Ha recordado que hay un grueso importante de votos de la juventud que están destinados a la extrema derecha como consecuencia "de ganas de cambio y de ir contra el sistema".

Manuel Valls ha apuntado a un posible fracaso de los partidos políticos de izquierda porque no han sabido dar respuesta en términos muy concretos, como la seguridad o en cuestiones económicas. Además, ha afirmado que a la extrema derecha le favorece el hecho de no haber gobernado antes, ya que la idea general es que "ahora los podemos probar". Valls ha reflexionado que la extrema derecha en Francia hace 30 años que es potente, pero durante los últimos años "ha sabido maquillar su discurso" y ocultar los puntos más críticos. En este sentido, ha señalado que el hecho de tener una figura joven de 28 años (Jordan Bardella) los ayuda, ya que no se le puede acusar "de haber colaborado con los nazis". Valls ha apuntado que se ha establecido un cambio y "la izquierda no ha sabido responder, además los 2 últimos años de la presidencia de Macron han estado muy confusos".

Preguntado sobre si sería buena estrategia escoger a un único candidato para luchar contra Le Pen, ha afirmado que muchos candidatos se retirarán para evitar la mayoría absoluta de la líder de Agrupación Nacional (RN), no obstante, ha advertido que "no será fácil". En este sentido, ha apuntado que un votante de Macron podría fácilmente votar a un candidato socialista, pero, en cambio, ve complicado que vote a un candidato como Jean-Luc Mélenchon, "que ha tenido un discurso antisemita toda la campaña y ha afirmado que la policía mata a la gente".