Este 10 de diciembre se cumplen 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un hito historia que arqueaba un consenso global en los derechos básicos de las personas. Sin embargo, el aniversario ha sido marcado por una alerta de la ONU, más concretamente de su secretario general, António Guterres. "El mundo está perdiendo el rumbo", ha denunciado Guterres. "Los conflictos se extienden con virulencia, la pobreza y el hambre están aumentando. Las desigualdades cada vez son más profundas, el cambio climático se ha convertido en una crisis humanitaria, el autoritarismo va a más, el espacio civil se está reduciendo, los medios están asediantes, la igualdad de género es un sueño distante y los derechos reproductivos de las mujeres están retrocediendo", ha lamentado en un discurso duro.
Guterres ha denunciado que todas estas crisis que mencionaba atentan directamente contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos, empezando por el primero y más básico: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en su dignidad y derechos y derechos". Para secretario general de las Naciones Unidas esta afirmación se tiene que erigir en "una hoja de ruta para acabar con el que acabar con las guerras, cuidar las divisiones y promover una vida con paz para todo el mundo".
Un aniversario marcado por Gaza
El aniversario de la declaración de los Derechos Humanos de este año se ve marcada por|para la crisis en Gaza. Guterres ha sido uno de los firmes defensores del alto el fuego, pero se ha tropezado con el veto de los Estados Unidos (EE.UU.). Este mismo sábado Guterres ha advertido que seguirá abogando por este al fuego. Ha subrayado la necesidad de reformar las instituciones políticas y económicas internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, "paralizado por las divisiones", para que sean capaces de afrontar un nuevo mundo "multipolar". "Nuestro mundo se encuentra en un difícil momento de transición. Durante décadas, a pesar de algunos conflictos terribles, las relaciones geopolíticas fueron relativamente establos, basados en alianzas en torno a las dos superpotencias de la guerra fría," ha sentenciado, a quien después del veto de los EE.UU. quiere abrir más la puerta a un cambio en la ONU.
Guterres ha subrayado también que "las reformas en el Consejo de Seguridad y la propuesta de una Nueva Agenda para la Paz ayudarían a prevenir y resolver conflictos, conseguir equidad y justicia, reequilibrar las relaciones geopolíticas y dar a los países en desarrollo a una voz mayor en el escenario internacional".