El pasado 19 de septiembre el sonido de las sirenas volvió a resonar en Stepanakert, la capital de la región del Alto Karabaj. El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán havia anunciado el inicio de operaciones militares "antiterroristas" contra el Karabakh para "desarmar y retirar las unidades de las fuerzas armenias de aquellos territorios y neutralizar su infraestructura militar". Una guerra que duró veinticuatro horas, tras la rendición del gobierno del Alto Karabaj y la promesa de deponer las armas. A partir de ese momento, éxodo masivo de los ciudadanos hacia Armenia a pesar de la promesa de Azerbaiyán de respetar los derechos de la población. Mientras tanto, el presidente de la región declaraba que el Alto Karabakh dejaría de existir el 1 de enero de 2024. Este escenario deja muchas preguntas al aire. ¿Cuál será la situación o la condición de los ciudadanos que se han quedado en la región? ¿Qué pasará con los que se han ido? ¿Y con sus bienes? ¿Qué hará Azerbaiyán con este territorio? Para sacar algo en claro, hablamos con el grupo de analistas, especializados en análisis militar Nagorno Karabakh Observer.

¿Qué podría pasar con las casas de la gente? ¿Y las cosechas?

Las casas que los armenios abandonaron, huyendo del conflicto, pueden ser utilizadas por Bakú para repoblar la zona con sus propios ciudadanos. En la mayoría de las casas, especialmente en aquellas zonas en donde la gente huyó, sabiendo que no podrían volver (p. ej. regiones de Martuni y Martakert), aún están las pertenencias (televisores, electrodomésticos, juguetes, ropa, coches,  etc.), por lo cual, repoblar la zona premiando a ciertos sectores de la sociedad no implicaría un gran gasto para el estado azerí.

Otra suerte que pueden correr las casas es ser demolidas, como sucedió en el pueblo de Tagavard tras la guerra de 2020. Este pueblo quedó dividido en dos, con fuerzas azeríes tomando la mitad del pueblo, mientras la otra parte seguía bajo control karabají. Ahí, al menos 38 casas abandonadas por armenios desplazados de la parte azerí fueron demolidas para crear un camino que se construyó a través del pueblo.

 

Se supone que una vez registrados en el catastro por el estado azerí, igual que las casas, los terrenos podrán ser regalados y distribuidos a ciertos sectores. Naturalmente, las cosechas serían de los nuevos dueños. En unas partes del Karabaj que cayeron bajo control Azerí en 2020, ya se ha llevado a cabo proyectos de construcción (p. ej. Ciudad de Fuzuli, Uchunyu Agali) pero de manera muy limitada, con muy poca población repoblando las nuevas zonas en comparación con su extensión territorial.

Azerbaiyán ha dicho que respetaría los derechos de la población, si bien es cierto que no se ha especificado nada más al respecto. ¿Cómo lo haría? ¿En qué términos?

Es un asunto difícil de precisar, debido a que nunca ha habido antecedentes de armenios viviendo bajo un Azerbaiyán independiente y soberano, ya que, cuando se declaró la independencia en Azerbaiyán en 1991, la mayoría de las zonas del Alto Karabaj pobladas por armenios ya las controlaban los propios armenios sin que Bakú ejerciera control estatal en sentido weberiano, mientras que en zonas no controladas por fuerzas armenias locales éstos fueron o deportados o huyeron persecución desde que estalló el conflicto en 1988. 

Oficialmente, autoridades en Bakú hablan de programas de reintegración de la población armenia, incluyendo la entrega de pasaportes azeríes a todos los que desean permanecer en el territorio –armenios de Karabakh portan pasaportes armenios–, se ha hablado de inversiones y reconstrucción de la zona, pero con poca perspectiva para el futuro. La zona del Alto Karabaj y lo que lo rodea es una zona con poco comercio y tráfico demográfico, difícilmente se podría imaginar una industrialización y desarrollo de una zona tan aislada con pocos lazos al mundo exterior.

Éxodo masivo de ciudadanos del Alto Karabaj hacia Armenia / Efe

Un factor más será el trato de las minorías en Azerbaiyán. Se han constatado casos de asimilación forzada y una modificación de cifras oficiales para disminuir la población no azerí-turca. Asimismo, 30 años de guerra han dado lugar a la formación de un discurso oficial militarista antiarmenia –tanto armenia como estado soberano como grupo étnico– presente en todas las instituciones estatales, hasta en colegios del país. Se han reportado casos de individuos con apellidos armenios que se les ha denegado la entrada al país. Existe un rencor y desconfianza mutuo entre armenios y azeríes, cosa que materializó en la fuga de la totalidad de la población armenia del Karabaj (salvo entre 50 y 1000 personas según la ONU). Junto con esto, la situación general de derechos humanos y libertad de prensa en Azerbaiyán deja mucho que desear, y pone en tela de juicio la posibilidad de un pleno desarrollo cultural, político y económico de minorías en el país, particularmente una minoría contra quien se ha luchado varias contiendas armadas. 

La situación general de derechos humanos y libertad de prensa en Azerbaiyán deja mucho que desear

¿Qué pasará con los líderes políticos del Alto Karabaj?

De momento, se han detenido tres de los cinco presidentes del territorio tras la operación militar en septiembre, Baku Sahakyan, Arkadi Gukasyan y Arayik Harutyunyan. También se ha detenido el ex ministro del exterior David Babayan, el presidente del parlamento David Ishjanyan, el ex jefe del gobierno Ruben Vardanyan, el ex ministro y vice ministro de defensa Levon Mnatsakanyan y David Manukyan.

No cabe duda de que sean juzgados y encarcelados por las autoridades en Bakú. El último presidente, Karen Shahramanyan, que asumió el cargo 9 días antes de la contienda, se trasladó a Armenia hace unos días. Su predecesor, Arayik Harutyunyan, fue detenido hace una semana mientras todavía estaba en el Karabaj y se habla de la posibilidad de una cadena perpetua para él. Los cargos de todos giran en torno a una asociación con grupos criminales (Bakú oficialmente ha considerado todo dirigente armenio karabají criminal, separatista o terrorista en diferentes momentos), contra la constitucionalidad, implicación en actos violentos contra el estado azerí. Existen todavía combatientes armenios de la guerra de 2020 en Bakú, que fueron capturados en su momento y luego sentenciados a largos años en prisión. 

Detención del expresidente del Alto Karabaj Arayik Harutyunyan / Efe

Viendo estas tendencias, se puede deducir que todos los líderes armenios karabajíes serán condenados a cadenas muy largas, si no perpetuas sin la intervención de actores que puedan tener influencia sobre las decisiones del gobierno azerí, como son los Estados Unidos, la UE o Rusia. 

¿Qué debe hacer la comunidad internacional en ese sentido? 

Si se busca el retorno de los armenios en el Alto Karabaj, se requiere garantías duraderas de seguridad física y económica, que en estos momentos podría equivaler a no vivir bajo el gobierno de Bakú. Esto ya no parece posible, ya que el territorio es reconocido como parte de Azerbaiyán y como tal, ya está bajo su control total. El caso del Karabaj llega a ser un rompecabezas para la comunidad internacional, ya que ahí choca el derecho a la autodeterminación de los pueblos frontalmente con el principio de la integridad territorial de los estados. ¿Cuál prima sobre cuál? Naturalmente, el último prima sobre el anterior puesto que quienes toman decisiones relacionados con el derecho internacional son los estados, los sujetos del derecho internacional, defendiendo su integridad territorial frente a posibles pérdidas territoriales que podrá suponer una autodeterminación.

Éxodo masivo de ciudadanos del Alto Karabaj hacia Armenia / Efe

Las sanciones contra Azerbaiyán no serán muy viables, ya que la historia ha mostrado que autocracias sancionadas no suelen rendirse fácilmente, sin grandes cambios.  Para una coexistencia pacífica, se requerirá varias generaciones y una democratización de Azerbaiyán, desmantelando el discurso militarista presentes en todas las esferas, permitiendo grupos de la sociedad civil expresar sus verdaderas opiniones sobre el conflicto y la vecindad.  

¿Qué expectativas tiene ahora la población del Alto Karabaj? ¿Creen que podrán volver? 

Durante 10 meses se produjo un bloqueo económico en Alto Karabaj por parte del gobierno azerí, durante los cuales se produjo penurias y escaseces de todo tipo (alimentación, medicamentos, combustible, bienes esenciales, etc.), hasta una ligera hambruna al final de este período. Se cesó todo tratamiento médico por falta de electricidad, productos y equipo, hubo hasta muertos, entre ellos bebés no nacidos de mujeres embarazadas por falta de combustible para llegar a centros médicos y falta de medicamentos. Hubo también una interrupción de la libre circulación de personas y mercancías, sólo la Cruz Roja y las fuerzas de paz rusos podían trasladar a la gente, con previa autorización de Bakú.

Durante 10 meses se produjo un bloqueo económico en Alto Karabaj por parte del gobierno azerí, durante los cuales se produjo penurias y escaseces de todo tipo

Una vez desatadas las incursiones azeríes en Karabaj, cuyo resultado fue el control total de Azerbaiyán del territorio no reconocido, los armenios lugareños, muchos ya desplazados, huyeron a Armenia. Sin garantías para su seguridad física y estabilidad económica, difícilmente volverán los 100.000 habitantes que huyeron.

¿Qué va a pasar con las fuerzas de paz que Rusia había enviado al territorio?

Las fuerzas de paz rusos tienen un mandato de cinco años, que se firmó en noviembre de 2020 tras la guerra de 44 días de aquel año. Según el acuerdo, seis meses antes de que concluyeran los cinco años, una de las partes firmantes, Armenia o Azerbaiyán, puede solicitar la anulación del mandato. La presencia rusa en la región se justificaba por la necesidad de proteger a la población armenia tras la derrota en 2020. La huida de casi la totalidad de la población armenia del territorio en septiembre de este año ya no respalda esa necesidad, no hay a quién proteger. 

Aparte, la presencia de tropas rusas en territorio percibido como parte integral de Azerbaiyán ha sido un punto de tensión tanto para la sociedad como para el gobierno del país. Para la sociedad, va en contra del discurso oficial de ser un estado soberano, alardeando no tener presencia de tropas extranjeras –mientras que Armenia, el adversario, sí–, y para el gobierno, la presencia de tropas rusas es percibido como una especie de victoria pírrica, que tras haber capturado la mayor parte del Alto Karabaj en 2020, tuvo que detener sus operaciones militares.

Al fin y al cabo, no hay necesidad para las tropas de paz de quedarse sin la población armenia, y aun con ellos, se producían numerosos episodios de enfrentamientos locales (la captura de Faruj y la huida de su población armenia, ataques con drones turcas Bayraktar), por lo cual, la capacidad rusa de disuasión iba decayendo o se iban permitiendo ciertos ataques para mantener la tensión y por ende su necesidad en la zona. Se puede prever que Bakú o solicitará la retirada de las fuerzas de paz según el acuerdo de 2020 o llegará a otro acuerdo con Moscú para una retirada ya en el 2024.

Éxodo masivo de ciudadanos del Alto Karabaj hacia Armenia / Efe

¿Quedan todavía ciudadanos en el Alto Karabaj? ¿Por qué han decidido quedarse?

Cifras concretas son difíciles de obtener, según ofician de la ONU en Bakú, quedan entre 50 y 1.000 armenios en la región. La Cruz Roja habla de personas con discapacidad, sin familiares y sin la posibilidad de evacuarse. El ex defensor del pueblo del Karabaj, Artak Beglaryan ha mencionado como máximo 40 armenios que han quedado, todos con problemas de salud y movilidad, sin familiares que les ayudaran. Otro grupo de individuos son personal del ex Ministerio para la Gestión de Emergencias karabají, quienes, hasta hace unos días seguían operaciones para buscar y recuperar cuerpos de los combatientes fallecidos. Sin embargo, la mayoría de éstos últimos también fueron retirados. Se habla de la presencia de familiares de los soldados y civiles desaparecidos que permanecen en la zona, pero su presencia está condicionada con la búsqueda de sus seres queridos y no con un deseo de permanecer de manera permanente.

Azerbaiyán oficialmente busca incorporar el Karabaj dentro de su territorio

Y, finalmente, con este escenario encima de la mesa: ¿cuáles son los plantes de Azerbaiyán para el Alto Karabaj?

Azerbaiyán oficialmente busca incorporar el Karabaj dentro de su territorio, ya que es reconocido como territorio suyo. En los días después de la huida de los armenios, se ha notado una presencia de policía azerí patrullando las calles, particularmente en la capital, Stepanakert. Se habla ya de la retirada de los militares azeríes y su reemplazo con fuerzas del Ministerio del Interior, policía y tropas del ministerio, para mantener el orden. De momento, nada indica que el Karabaj será una región autónoma, sino, se dividirá en diferentes regiones administrativas formando parte como cualquier otra región en el país. 

Desde hace años, las autoridades en Bakú habían formado grupos para representar las diferentes ciudades y regiones en el Alto Karabakh, inclusive de azeríes que antes vivían ahí, parecido a un gobierno regional en exilio dentro del propio país. Con estos grupos, Bakú podrá implantar gobiernos locales y hasta celebrar elecciones como muestra del control que ya ejerce sobre esta zona. De momento, aparte de patrullas de policía en el territorio no se han materializado otros planes para el territorio.