Stepanakert se ha convertido en una ciudad fantasma. Durante treinta años ha sido la capital del Alto Karabaj, pero el Alto Karabaj dejó de existir el 1 de enero. El último presidente de la región, Samvel Shakhramanian, así lo decretó en un comunicado a finales de septiembre del año pasado. La mayoría de los habitantes de la autoproclamada república del Alto Karabaj vivían en la ciudad. Aproximadamente unas 100.000 personas. Casi todos huyeron a Armenia después de la ofensiva relámpago de Azerbaiyán. Durante el exilio hicieron frente a una explosión de gas, unas colas imposibles y atascos de tráfico que duraron días.
Ilham Aliyev, el presidente de Azerbaiyán, pronunció días después un discurso de victoria y se burló de los exdirigentes. Para Azerbaiyán, Stepanakert es conocida como Khankendi, y el presidente izó la bandera cuando confirmó que Stepanakert pasaba a ser Khankendi de nuevo. "Durante estos 20 años [de mi presidencia], nunca he dudado de que llegaría este día y se celebraría un desfile militar bajo la bandera de Azerbaiyán a la ciudad de Khankendi", dijo al desfile y recoge Eurasianet.
Stepanakert, la ciudad fantasma
Las imágenes publicadas en las redes sociales desde Khankendi por un puñado de azerbaijanos con acceso a la ciudad prácticamente no muestran signos de vida, destaca el mismo portal. Según el gobierno armenio, más de 100.000 personas habían abandonado el Alto Karabaj hacia Armenia los diez días siguientes a la rendición después de la ofensiva relámpago de Azerbaiyán.
En diciembre, los medios de comunicación azerbaiyanos informaron citando a la comisión del país para los asuntos de los desplazados internos, de que 50 familias de Azerbaiyán, originarias de Khankendi, pronto serían reasentadas en la ciudad. Aunque sirvió como sede para el gobierno autónomo en el Azerbaiyán soviético (1923-91), su población era abrumadoramente armenia con una minoría azerbaiyana. Su población era 11% azerbaiyana según el último censo soviético realizado allí en 1979, y recoge el mismo portal.
El gobierno de Azerbaiyán, descontento con los datos, ha creado un "portal de reintegro" para los armenios que deciden permanecer en casa suya y aceptar el gobierno de Bakú. En octubre afirmó haber recibido 98 solicitudes, pero el Comité Internacional de la Cruz Roja estima que solo unas 20 familias se quedaron.
Paralelamente a las informaciones de Bakú, desde Armenia se constata que la huida de los armenios que vivían hasta entonces en el Alto Karabaj fue una limpieza étnica. Azerbaiyán, sin embargo, asegura que se marcharon porque quisieron, tal como detalló el mismo Aliyev en una entrevista en el portal Euronews.