Una última guerra de 24 horas ha acabado con el Alto Karabaj. El hasta ahora presidente de la autoproclamada república, Samvel Shakhramanian, ha anunciado esta semana que el Alto Karabaj dejará de existir a partir del 1 de enero del 2024. Este enclave armenio en territorio de Azerbaiyán formó parte de la Armenia soviética hasta la anexión por parte de Azerbaiyán en julio de 1921, durante la época estalinista. Tiene una extensión de unos 4.400 kilómetros cuadrados, con una población entonces de unas 150.000 personas, de las cuales el 85% eran armenios.
 

El Alto Karabaj dejará de existir para siempre
 

¿Quién es quién al conflicto del Alto Karabaj?
 

La historia de un conflicto sin solución

El Alto Karabaj era en tiempos soviéticos una autonomía de Azerbaiyán, que se proclamó independiente en septiembre de 1991 –así como Armenia, que también formaba parte de la URSS, iniciando una guerra que duró exactamente hasta mediados de 1994. Durante la guerra, el Karabaj celebró un referéndum donde el 99,89% de la población se pronunció a favor de la independencia, que se acabó formalizando en enero de 1992. Eso sí, sin reconocimiento internacional. Además, la guerra tuvo graves consecuencias porque murieron unas 25.000 personas. Las tensiones, sin embargo, empezaron un poco antes, concretamente en 1988, con movimientos nacionalistas y huelgas que pedían que la región volviera a formar parte de Armenia.

La ONU condenó el año 1993 en cuatro resoluciones diferentes la ocupación del enclave por las tropas armenias y pidió su retirada inmediata. Ahora bien, la victoria de Armenia supuso que Azerbaiyán perdiera un 17,7% de su territorio, un hecho que no cayó muy bien a las autoridades del país, insiste Efe. Desde mayo de 1994, había tensiones, pero se aguantaba un alto el fuego. La mediación de Rusia fue importante. Y también lo fue más adelante, en el 2020.

El conflicto en la región del Alto Karabaj se ha intentado solucionar desde hace años, pero sin éxito. En el 2002, hubo una importante reunión entre representantes de los dos países, acompañados de mediadores internacionales, y también se fracasó. Una cumbre el mismo año entre el presidente de Azerbaiyán, lham Alíev, y el presidente ruso, Vladímir Putin, supuso un acercamiento de Azerbaiyán a Occidente y dio pie para que los EE.UU. levantaran el veto en 1993 en venta de armas impuesto por el conflicto. Un hecho que abrió las puertas para que hubiera una nueva reunión en el 2006 para intentar acercar posturas sobre la soberanía de la región, pero al fin y al cabo, como siempre, sin resultados ni avanzar ninguno en ningún sitio.

A pesar de todo, en el Alto Karabaj se iba haciendo trabajo. En diciembre del 2006, se celebró un referéndum donde el 87% de los habitantes votaron una Constitución, y el sí obtuvo un resultado anchísimo, del 98,5%. En el 2007, después de unas elecciones en el territorio, no reconocidas por la OSCE, hubo un nuevo conflicto que trajo más reuniones. Una en el 2009 y la otra en el 2012. Sin ninguna propuesta clara.

Sin embargo, ¿por qué se ha enquistado y se ha alargado tanto este conflicto? Las demandas son diversas y nadie quiere ceder. Azerbaiyán pedía hasta ahora la retirada incondicional de las tropas armenias, que serían sustituidas por tropas de pacificación, para conceder una autonomía en la región. Pero, por otra parte, Armenia defendía el derecho a la autodeterminación, a través de referéndum de los ciudadanos de la región.

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Efe

Fatídico abril del 2016 y la guerra del 2020

Entre los días 2 y 5 de abril del 2016, los combates se intensificaron entre las tropas del Karabaj y las armenias contra las de Azerbaiyán. Estos fueron los combates más intensificados desde 1994, y se produjeron cerca de 150 muertos. A pesar de todo, en mayo de aquel año el Parlamento armenio rechazó abordar el proyecto de ley del gobierno para reconocer la independencia del Karabaj por la presión internacional y la posibilidad de que Azerbaiyán lo recuperara por la fuerza.

Después de estos enfrentamientos intensos vinieron unos años de cierta calma. No había enfrentamientos, pero todo cambió en septiembre del 2020. La artillería de Azerbaiyán empezó el bombardeo de las localidades de Gadrut, Talish, Martakert y Magatis, en el territorio del Alto Karabaj, mientras que las fuerzas armenias lo hicieron sobre la ciudad azerbaiyana de Terter, tal como recuerda Efe. Un hecho que dio pie a la segunda guerra en el territorio.

Las fuerzas de Azerbaiyán consiguieron recuperar los siete distritos ocupados hasta entonces por los armenios y parte del Alto Karabaj. La guerra, en la que murieron más de 2.800 militares azerbaiyanos y 2.900 militares armenios, se alargó hasta el 10 de noviembre. En aquel momento, se acabó gracias a los esfuerzos de mediadores rusos. En este sentido, había fuerzas de paz que 'controlaban' los accesos. Concretamente, se desplegaron 2.000. Ahora bien, estos soldados no pudieron impedir el bloqueo de Azerbaiyán, que empezó el diciembre pasado y que ha comportado escasez de alimentos, medicamentos y que se tuvieran que instaurar cupones para conseguir comida.

¿Qué ha pasado en el Alto Karabaj desde el 2020?

Del 2020 en el 2023 presidió la región el oligarca y exprimer ministro Araik Arutiunian, que pasó después de unas elecciones en Bako Saakian, que ejerció el lugar desde el 2008, con una reelección en el 2012. Este mes de agosto pasado, sin embargo, a consecuencia de los bloqueos, la escasez alimentaria, de medicamentos, cortes de luz y en general condiciones muy difíciles para seguir viviendo el día a día en la región, Arutiunian dimitió. En este sentido, el Parlamento escogió como sustituto Samvel Shakhramanian.

Tras 10 meses de bloqueo, donde la situación era insostenible, el 19 de septiembre, Azerbaiyán puso en marcha una "operación antiterrorista" para recuperar todo el territorio y hacer que volviera a formar parte del país. El bombardeo duró 24 horas, hasta que las autoridades del país aceptaron dejar las armas. De hecho, estas eran las exigencias, dejar las armas y que el territorio vuelva a formar parte de Azerbaiyán. En esta operación también ha habido muertos, unos 192 soldados de Azerbaiyán y casi 200 militares armenios. Pero también civiles.

Después de que empezara esta nueva ofensiva, aunque de veinticuatro horas, miles de personas han decidido marcharse del Alto Karabaj y dirigirse a Armenia. Según los últimos datos oficiales de este viernes, un 70% de la población, de un total de los 120.000 habitantes, habrían ya marchado de la región. Azerbaiyán se habría comprometido a respetar sus derechos, pero la mayoría de la población, ha preferido marcharse.

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Efe

Paralelamente a la huida de miles de ciudadanos armenios del Alto Karabaj, Shakhramanian detalló que el Alto Karabaj dejaría de existir a partir del 1 de enero del 2024. El documento, firmado por el hasta ahora presidente del enclave, señala que los habitantes del Alto Karabaj, incluidos los que se encuentran fuera de su territorio, tienen que tomar nota de las condiciones presentadas por el Azerbaiyán para el reintegro, y después "decidir individualmente" si permanecen en este territorio o no. La disolución de la autoproclamada república del Alto Karabaj, no reconocido por nadie, ni siquiera por Armenia, fue una de las condiciones impuestas por Azerbaiyán.

La ONU preocupada por el éxodo de ciudadanos del Alto Karabaj

Y el éxodo de miles de armenios huyendo de su casa no ha dejado indiferente a nadie. La asesora especial de la ONU para la prevención del genocidio, Alice Wairimu Nderitu, ha reiterado esta semana su "preocupación" hacia las imágenes y el hecho de que se haya marchado más del 70% –con datos del viernes– de la población de su casa.

La asesora no citó explícitamente Azerbaiyán aunque el éxodo de los armenios es por miedo de las medidas que contra ellos puedan tomar al azerí. Eso sí, por ahora ha puesto énfasis al recordar que "se tienen que hacer todos los esfuerzos por asegurar la protección de los derechos de los armenios étnicos que permanecen en la región". Y además, en un llamamiento que podía ir dirigido tanto a Azerbaiyán como a Armenia -destino final de los que se han marchado-, ha constatado que "para los que se han marchado, se tiene que garantizar la protección", subrayando que "los derechos de las minorías son piedra angular de la ley humanitaria".

A pesar de las palabras del presidente de Azerbaiyán, que ha prometido también esta semana a la jefa de la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo (USAID), Samantha Power, que Bakú protegerá los derechos de los armenios que permanezcan en la región del Karabakh, la mayoría de la población del territorio ha preferido marcharse. ACNUR, por otra parte, se preparaba el viernes ya también para un posible éxodo total de los 120.000 residentes del Karabaj.