El dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, firmó ayer un decreto por el que se concede una amnistía para todos los presos políticos. La amnistía se aplica tanto a los que están ya condenados como a todos aquellos que están detenidos a la espera de juicio (en realidad, algunos llevan años en la prisión y no sabe ni los cargos que se les imputan). Esta amnistía va vinculada a un proceso de diálogo nacional que el gobierno promete emprender con motivo del 50 aniversario de la independencia del país, que se cumple el próximo 12 de octubre. Obiang lleva 39 años en el poder: en 1979, mediante un golpe de Estado, sucedió al dictador Francisco Macías.
Precipitado por la muerte de un preso
Ayer mismo se conoció la muerte en la prisión de Evinayong Juan Obama Edú, un militante del partido opositor Ciudadanos por la Innovación (CI). Parece ser que esta muerte ha precipitado el anuncio de una amnistía que hacía días que se rumoreaba. Obama Edú era natural del mismo pueblo que Gabriel Nsé Obiang Obono, el líder de CI, un antiguo militar que había sido un estrecho colaborador de Obiang. Parece ser que Obama ha muerto como consecuencia de las torturas que sufrió cuando fue detenido. Durante los últimos meses no había recibido ningún tipo de asistencia médica, pese a su estado de salud, hasta poco antes de morir. Diversas organitzaciones humanitarias han denunciado repetidamente las condiciones de detención en prisiones de Guinea como el penal de Evinayong, la prisión de Blabich o el centro de detenció de "Guantánamo", donde con frecuencia los presos son sometidos a torturas.
Los principales beneficiados
La amnistía afectará principalmente a las decenas de militantes de CI encerrados en la prisión de Evinayong, tras una confusa operación de la policía contra la organización en diciembre de 2017 (la segunda en un año, en mayo de 2017 ya habían sido perseguidos y la sede central del partido fue asediada por la policía). Los miembros de CI fueron acusados de preparar un golpe de estado y condenados a fuertes penas en un juicio sin ninguna garantía celebrado en Mongomo, la localidad natal del presidente. Los hechos fueron aprovechados para ilegalizar el que en estos momentos es uno de los grandes partidos de la oposición. Los miembros de CI eran acusados, con pocos fundamentos, de colaborar con un grupo de mercenarios que fueron capturados en la frontera guineo-camerunesa cuando estaban a punto de entrar en el país para hacer caer el régimen. Los organizadores de este golpe también se beneficiarían de la amnistía, como lo harían incluso algunos antiguos torturadores del régimen ahora encarcelados por intentar conspirar contra Obiang. Pero según el decreto, también podrían beneficiarse de esta medida algunos de los perseguidos políticos por causas más antiguas. Este sería el caso de Severo Moto, dirigiendo del Partido del Progrès (PP), que vive en rebeldía en el Estado español, pero también de algunos dirigentes del MAIB, acusados de la revuelta secesionista de 1998. En realidad hay decenas de personas que están en el exilio sin saber exactamente cuál es su situación legal, pero que temen sufrir persecuciones políticas si vuelven a Guinea Ecuatorial. En realidad, en el país no impera un estado de derecho, y mucha gente es detenida y torturada de forma arbitraria, y puede pasar años en prisión incluso por disputas personales con la élite que gobierna.
El decreto
El gobierno de Obiang, que hasta ahora siempre había negado la existencia de presos políticos en el país, ahora ha firmado esta amnistía se presenta como un medio para promover "la reconciliación nacional" y la "cohesión social" y para celebrar los 50 años de la independencia. La medida forma parte de la preparación del Diálogo Nacional que se celebrará del 16 al 21 de este mes, con participación de los partidos políticos legales e ilegales y de representantes de la sociedad civil. La amnistía era una condición que había impuesto la oposición, porque consideraba que era la única forma de garantizar la participación en las conversaciones de la gente que hasta ahora era perseguida. Pese a todo, no hay muchas esperanzas que esta medida forme parte de un proceso realmente democratizador (algunos opositores ya han denunciado que el régimen quiere controlar estrechamente el proceso). Obiang Nguema nunca ha mostrado ninguna voluntad de dejar el poder y ahora dentro de su entorno hay una feroz lucha por la sucesión, encabezada por sus hijos Teodoro Nguema Obiang Mangue y Gabriel Mbega Obiang Lima, que no parecen nada dispuestos a una apertura del régimen. Todo parece indicar, más bien, que se trata de una operación de lavado de cara del régimen, y de un intento de captar a sectores de la oposición y decantarlos hacia el llamado bloque presidencialista, organizado en torno al oficialista Partido Democrático de Guinea Ecuatorial.