Nueva y polémica medida del gobierno de Angela Merkel en Alemania. En Berlin han aparecido, estos últimos días, anuncios donde el Ministerio del Interior anima a los refugiados a marcharse del país a cambio de 2.200 euros.

Pero esta no es la única condición. La "oferta" es válida hasta finales de año y va dirigida a aquellos refugiados que se los ha denegado el asilo. Además, el programa de ayudas también ofrece apoyo económico durante los 12 primeros meses a su país para poder conseguir alquilar o reformar un lugar donde vivir.

Para conseguir la ayuda sin embargo, el solicitante tiene que renunciar volver a Alemania.

Fuertes críticas

La medida pero ya ha levantado polémica, y se ha creado una petición a Change.org para denunciar la campaña. Se preguntan si las banderas son una "invitación por abandonar" el país y recuerdan que, precisamente la campaña, está destinada a los solicitantes de asilo.

También denuncian que se habla de su retorno como si fuera una "ganga" de Navidad. "Se habla como si fuera un producto". "¿Realmente queremos ser un país que muestre a las estaciones de metro donde deberían de 'retornar voluntariamente'?, se preguntan.

El texto está de acuerdo en proporcionar información y consejos para un retorno pero no a publicitarlo. "Celebramos la información objetiva y transparente sobre el retorno voluntario de los solicitantes a sus países de origen" pero aseguran que la publicidad en estos carteles ni las expresiones ni las imágenes escogidas por el Ministerio del Interior son adecuados. Así, exigen su retirada.

Las ayudas no son nuevas

Estas ayudas económicas no son del todo nuevas. Forman parte del programa de retorno voluntario y existen desde los años 90. Este programa --StarthilfePlus-- ofrece asesoramiento legal y concede unos 1.200 euros a los refugiados que vuelvan a su país.

Ahora bien, el Ministerio del Interior, con Horst Seehofer al frente, ha querido ir más allá y ahora las ayudas son de 2.200 euros. Eso sí, para no volver.