Dicho y hecho. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, por fin ha cumplido su promesa y este miércoles ha nadado por las aguas del río Sena, solo nueve días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de París, para demostrar que el río está a punto para competir. Con un traje de neopreno y un gorro de baño, la alcaldesa, acompañada del presidente del comité organizador olímpico, Tony Estanguet, y el prefecto de la Île-de-France, Marc Guillaume, se han tirado al agua para acabar con los rumores sobre la salubridad del agua del río francés. "Hace años que soñamos con esto, hemos trabajado mucho, muchísimo, el agua está muy buena, un poco fría, pero no mucho", ha señalado Hidalgo. Después de nadar durante unos minutos, ha asegurado que ha cumplido su promesa y ha señalado que hay mucho trabajo detrás de los juegos, "había una gran dimensión técnica, la infraestructura para conectar todas las embarcaciones... y lo hemos hecho". Con una buena temperatura, rozando los 20 grados en París, por fin han cumplido la promesa. "Por supuesto que permitiré las pruebas de los Juegos Olímpicos, por supuesto que permitiré el baño el próximo año. Es un legado importante", ha subrayado.

Los políticos se lanzan al Sena

El pasado sábado, la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, también se lanzó al Sena a nadar. Con esta iniciativa, las autoridades francesas buscan aclarar una las grandes incógnitas de cara a París 2024: si la gran apuesta de celebrar allí las pruebas de maratón en aguas abiertas y del segmento de natación del triatlón saldría finalmente bien. Hidalgo se ha presentado en el muelle del Sena hacia las 10.00 horas, con un neopreno corto y gafas de bucear, junto a Estanguet, que lucía un traje de baño y una camiseta negra de París 2024. Han aparecido acompañados en el agua por el concejal de Deportes del Ayuntamiento de París, Pierre Rabadan, y por el prefecto (delegado del Gobierno) de la región parisina de Île-de-France, Marc Guillaume.

La alcaldesa ha sido la primera en tirarse al agua, que ha calificado después de muy "agradable" y "fresca", incluso bastante "transparente", a pesar de que este miércoles había algo de corriente. "Formidable" así ha definido el baño Estanguet, además ha remarcado que supone un "mensaje muy importante a todos los atletas". Ambos han apuntado que la recuperación del Sena ha sido un desafío que no ha resultado simple", ya que durante casi un siglo el baño no ha sido autorizado por razones sanitarias. Las autoridades francesas han afirmado que ha sido un reto que ha costado cuatro años de trabajo intenso y de coordinación con diferentes administraciones. Los Juegos "han sido el acelerador" para limpiar el Sena, ha señalado Hidalgo, pero el objetivo de fondo era devolver el río a los ciudadanos, en un contexto de adaptación de la ciudad al cambio climático. "Es para nuestra calidad de vida de hoy y mañana, para nuestros hijos y para que los océanos estén limpios", ha añadido. Para Estanguet, "descontaminar un río es un símbolo muy importante" en la lucha contra el cambio climático, que permitirá, al mismo tiempo, tanto refrescarse en periodos de ola de calor como practicar deportes en cuatro puntos que estarán habilitados al baño para todo el público a partir del próximo verano. Después de Hidalgo, Estanguet, Rabadan y Guillaume, decenas de personas han saltado al agua para celebrar la limpieza del Sena e incluso aprovecharon para practicar en pequeños grupos deportes como el waterpolo.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, nada en el Sena
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, nadando en el Sena / EFE

Recuperar el Sena

La apuesta por el Sena para celebrar la prueba de natación del triatlón, el 30 de julio para los hombres, el 31 para las mujeres y el 5 de agosto para el relevo mixto, así como los maratones de aguas abiertas femenino y masculino del 31 y el 5 de agosto, forma parte de la estrategia de París 2024 para que los lugares más emblemáticos de la capital acojan los acontecimientos de los Juegos. Las administraciones francesas han invertido 1.400 millones de euros desde 2016 en un ambicioso plan para permitir el baño, que ha incluido, entre otras obras, la construcción de depósitos gigantes.

Los nuevos depósitos se encargarán de evitar que el agua de las cloacas vaya al río y lo contamine, sin pasar por las depuradoras, en especial en épocas de fuertes precipitaciones. Precisamente, las fuertes lluvias de los últimos meses han provocado que se haya retrasado que el río fuera apto para el baño, ya que de otro modo la alta presencia de bacterias como la Escherichia coli (E. coli) puede generar enfermedades, como fuertes gastroenteritis.