Los Estados Unidos ha condenado la ignominia que supuso el asesinato de George Floyd en manos de cuatro agentes de la policía, justo el día que hace un año de su defunción. En este sentido se han celebrado varios actos en el país para rememorar este crimen racista, ya que la víctima era afroamericana.

Uno de ellos ha tenido lugar en Nueva York. Floyd murió por la asfixia que le provocó a un agente que le puso la rodilla en el cuello durante nueve minutos y veintinueve segundos. Por eso, tanto autoridades como líderes de esta ciudad se han arrodillado durante este tiempo para recordar su muerte. El acto convocado, que ha convocado la organización National Action Network, ha contado con la participación del conocido activista de los derechos civiles Al Sharpton, que dirige la organización; así como el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, y los candidatos a sucederlo en el cargo.

"Para quien sienta dolor, cinismo o duda: te entiendo, pero también te pido ver lo que ha conseguido este movimiento en el último año. Por toda la nación están cambiando las leyes, la policía está rindiendo cuentas de maneras no imaginables antes gracias a un movimiento popular", ha defendido Blasio. Además, ha recordado que su administración ha eliminado la política Stop and Frisk, una controvertida técnica que permite a la policía parar y registrar a cualquier persona en la calle. Esta normativa ha servido para que los agentes se ensañen con los negros y el latín.

Por su parte, Sharpton ha asegurado que "George Floyd no solo pasará a la historia como un mártir, también como un punto de inflexión para la vigilancia policial en los Estados Unidos" a la vez que ha reclamado se apruebe una ley que se está debatiendo en el Congreso que contempla la reforma policial.

Autoridades y activistas en un acto por la muerte de Floyd en Nueva York / EFE

La legislación George Floyd

Esta normativa, precisamente, se conoce con el nombre de George Floyd y contempla acabar, entre otras cosas, con el uso de técnicas de estrangulamiento, así como con la "inmunidad legal" para los agentes y la militarización de los departamentos policiales.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha asegurado que el presidente del país, Joe Biden, tiene "muchas esperanzas" que esta normativa salga adelante. "Estamos trabajando muy de cerca con los negociadores", ha señalado Psaki en una rueda de prensa que ha ofrecido antes de que los familiares de Floyd se reunieran con Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris.

Previamente, también se han encontrado con varios legisladores en el Congreso, entre ellos, la presidenta de esta cámara, Nancy Pelosi. Precisamente, después de este encuentro, uno de los hermanos de Floyd, Philonise, ha asegurado que el proyecto de ley es necesario y "tiene que llegar al escritorio de Biden".

El hermano del afrodescendiente asesinado, Philonise Floyd / EFE

La familia crea un programa de ayudas

Por otra parte, la familia de Floyd también ha anunciado que ha creado un programa de ayudas para la comunidad afrodescendiente con el dinero conseguido con la ciudad de Minneapolis (Minnesota), donde asesinaron a su pariente. Al detalle, consiste de un capital inicial de 500.000 dólares para organizaciones y empresas en que sean propiedad de negros de barrio de Powderhorn, en sur de Minneapolis, donde se cometió el crimen en manos del exagente de policía blanco Derek Chauvin, en el cual un tribunal ha resuelto que es culpable de asesinato.

En total, la familia alcanzó 27 millones de dólares de la ciudad, de los cuales destinará una parte a este objetivo, según ha explicado su abogado, Ben Crump. "Será un socio instrumental a largo plazo para los negocios de propiedad negra en el vecindario donde murió, donde todos hemos visto el impacto negativo continuo del racismo sistémico", ha señalado Crump.

Un acto en la ciudad de Minneapolis, donde fue asesinado Floyd / EFE

Precisamente, este 25 de mayo, un año después de la muerte de Floyd, en la esquina donde le segaron la vida ha habido un tiroteo con un herido. Un portavoz de la policía ha explicado a Efe que se registraron unos diez tiros cerca de la plaza conocida ahora como "Plaza George Floyd", justo en la esquina de la calle 38 y la Avenida Chicago, donde el afroamericano fue asesinado.

Según han señalado los testigos a los agentes, varias personas vieron un vehículo sospechoso saliente del área "a alta velocidad". Poco después, una persona fue trasladada a un hospital local con una herida de bala y más tarde fue ingresada en el Centro Médico del Condado de Hennepin para recibir tratamiento. "Se cree que la lesión no pone en peligro su vida", ha señalado la policía.

 

Imagen principal: La familia de Floyd reunida con Nancy Pelosi