Desde el 24 de febrero, cuando empezó la invasión rusa en Ucrania, millones de ucranianos han huido del país escapando de la guerra, concretamente según detrás recuento de las Naciones Unidas (ONU) hay más de 7,9 millones de refugiados ucranianos. La mayoría se han dispersado por Europa, siendo Polonia y Alemania los dos países europeos que más refugiados han acogido. Sin embargo, miles de refugiados ucranianos han ido a parar a otros territorios europeos, como es el caso de Catalunya, que se convirtió en una grande lleva de entrada para los refugiados ucranianos que llegaban al Estado. Un año después, miles de refugiados se han establecido en el territorio catalán. Mireia Mata, secretaria de Igualtats, apunta que desde el mes de junio hasta el momento el número de personas que se ha instalado en Catalunya se ha estabilizado sobre los 21.000.
El 14 de marzo de 2022, el Gobierno anunció que el Fira de Barcelona sería uno de los lugares donde se establecería los centros de acogida para refugiados ucranianos de todo el Estado. Justamente por eso, muchos refugiados llegaron en un primer momento en Catalunya y posteriormente se desplazaron hacia otros lados del Estado español. Muchas de las personas que llegaron en un primer momento consiguieron aquí su estatus de protección temporal. Es decir, por el territorio catalán han pasado más de 36.000 refugiados ucranianos. "Desde finales de febrero hasta finales de junio notamos un incremento progresivo hasta los 22.000 refugiados y desde junio hasta ahora se ha estabilizado sobre los 21.000", desgrana Mata.
Los primeros días que la ola de ucranianos que huían del conflicto llegaban a Catalunya era imposible hacer muchas previsiones sobre la situación. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre desde el Govern, las administraciones locales y organización sociales se respondió a este nuevo escenario. No solo en aquel momento, sino que el acompañamiento continúa hasta hoy. Esta responsabilidad a la Generalitat ha sido gestionada por la Conselleria de Igualdad y Feminismos, encargada de gestionar y resolver las incidencias que pueden aparecen en todo el proceso de acogida que todavía dura hoy día. "Hemos tenido una buena respuesta", valora Eunice Romero, directora general de Migracions, Refugi i Antiracisme. Tanto Romero como Mata remarcan que la gestión de la llegada masiva de personas refugiadas de Ucrania ha sido un reto, pero destacan la implicación de la sociedad civil y de los entes locales. Romero destaca: "Es un trabajo compartido desde varios departamentos, el mundo local ha hecho un primer trabajo muy importante y les queremos ayudar con una subvención que estamos a punto de resolver".
La directiva europea que marca la diferencia entre refugiados
La respuesta de la Unión Europea ante la gran diáspora de refugiados ucranianos no se ha adoptado en otros conflictos más recientes como la guerra de Siria. Los ciudadanos ucranianos han pasado por un camino difícil a la búsqueda de refugio en otros Estados, pero con menos barreras que otros refugiados. Al fin y al cabo se debe a la directiva europea de protección aprobada el 4 de marzo de 2022, la cual "proporciona protección inmediata y colectiva a las personas desplazadas" y busca "aliviar a presión sobre los sistemas nacionales de asilo de los países de la UE", según recoge el Consejo Europeo. Esta se puso en marcha una vez en pasado, el año 2001, "a causa de los conflictos armados de los Balcanes Occidentales, en particular desde Bosnia-Herzegovina y Kosovo".
"La directiva crea un carril preferente en la vía burocrática", ejemplariza Romero, quién explica que "hay una hiperburocratización de la vida de las personas extranjeras, en general, refugiadas y migradas". Las vías extensas y extenuantes que otras personas tienen que afrontar cuando se refugian en el Estado español desaparecen en el caso del ucraniano. "Es ideal que se puedan empadronar y enseguida contar con una tarjeta sanitaria y tener un permiso de trabajo e incluso darse de alta en la seguridad social", valora Romero, aunque lamenta que "todo eso es impensable para otras refugiadas". A pesar de todo, la directora general de Migracions, Refugi i Antiracisme apunta que la directiva está mostrando otro modelo con menos barreras es posible. La directiva está pensada para que esté vigente un máximo de tres años, si se renovará o se alargará dependerá de la situación y la evolución de la invasión rusa a Ucrania.
El perfil de las refugiadas de Ucrania
"Hay un porcentaje alto de personas adultas con formación, así como una gran llegada de mujeres, a menudo con criaturas. Son las madres las que están al frente", explica Romero. Así pues, el perfil de las refugiadas en Catalunya es el de una mujer con formación superior e hijos. Se trata de un perfil que se repite en muchos países, ya que hay que recordar que al inicio de la guerra, el gobierno ucraniano prohibió que salieran los hombres entre los 18 y los 60 años del país porque serían reclutados en la lucha contra la invasión de Rusia.
Justamente, teniendo presente este perfil de refugiada, desde la Conselleria se reivindica la necesidad de atender a estas personas introduciendo la perspectiva de género. "La perspectiva de género ha sido clave", subraya Romero. En la acogida de que se han organizado servicios enfocados a las necesidades y los peligros que corren a las mujeres que en contextos de guerra, por ejemplo, caer en redes de tráfico de seres humanos o la violencia sexual. "Hemos podido hacer poniendo espacio de atención especial y especializada por mujeres posibles víctimas de violencia machista que huían no solo de la guerra, sino de los crímenes sexuales que comporta este", observación Mata. Hay que recordar que desde el 2009, la ONU reconoce la violencia sexual, en su gran mayoría sufrida por mujeres, como táctica de guerra.
La perspectiva de género no se ha emplatado solo con respecto a la violencia, sino también a los cuidados. Tanto Mata como Romero ponen el ejemplo del programa Tiempo para Cuidados pretende liberar tiempos para las familias, especialmente para las mujeres, que son los que se ocupan, mayoritariamente, del trabajo de los cuidados y lo puedan ocupar con formación o lo que haga falta. Sea por unas iniciativas o por otras, Mata reflexiona: "Por desgracia, las dos grandes crisis humanitarias que hemos vivido desde mayo de 2021 han demostrado que la perspectiva de género, siendo la primera Afganistán y la segunda Ucrania".
La coordinación entre el Estado y la Generalitat, un impedimento en momentos críticos
Si bien desde la Conselleria se hace una valoración positiva de la gestión de la acogida de los millares de refugiados que llegaron desde Ucrania ya hace un año, sí que hay una gran crítica: la coordinación con el Estado. O más bien la falta de esta. "El Estado no genera el espacio de codecisión que querríamos", lamenta Romero, quién señala que las decisiones unilaterales del Estado español han afectado al proceso de acogida, como por ejemplo en la distribución territorial. "El Estado decide en qué municipios se dedicarán los recursos. Eso tiene un impacto, la gente puede acabar arraigando en un lugar donde quizás no querrían si hubiera habido una coordinación entre los dos niveles de administración", explica haciendo referencia a los hoteles que habilitó el Gobierno.
"Nosotros con el estado siempre hemos reclamado la posibilidad de gestionar los recursos de la acogida, hay varias sentencias que avalan nuestras competencias en materia de acogida. La trampa que tenemos es que si tenemos las competencias pero no el dinero. Estos recursos económicos, el Estado español, no los suelta", explica Mata. Desde el Govern se ha sido muy verbal los últimos meses sobre las carencias de la gestión estatal, especialmente con respecto a los recursos económicos. Ya en el mes de mayo, la consellera de Igualtta i Feminismes, Tània Verge, reprochó que el Estado no había transferido "ni un euro" para aquellos refugiados ucranianos que no se acogían al plan estatal, los cuales, en aquel momento, eran el 72% de las personas refugiadas por el conflicto en Ucrania.
Las "otras 'Ucranias'"
"Creo que el gran aprendizaje que pueden sacar es que reflexionamos todos y todas y vemos que hay mucha gente que viene de muchas Ucranias del mundo que no salen por la televisión y en las que tendríamos que dar el mismo trato", sentencia Mata. Normalmente, las personas refugiadas se encuentran con muchas más barreras en su camino hacia un país seguro. El gran número de gente que ha buscado refugio desde Ucrania, la directiva europea, entre otros, ha hecho que esta situación sea excepcional, pero al mismo tiempo muestre que otras vías de acogida son posibles, como observación Romero. "¿Si abrimos los brazos, las puertas y los corazones a la gente de Ucrania porque no lo hacemos a las personas del Sudán o que huyen de la violencia de Latinoamérica?", pregunta Mata.