Arabia Saudí presidirá la Comisión de la Condición Jurídica de la Mujer, el órgano de las Naciones Unidas que se encarga de promocionar los derechos de las mujeres. En la última reunión plenaria de este miércoles en Nueva York, los 45 países que forman parte de la comisión han elegido como nuevo presidente del órgano al embajador saudí ante la ONU, Abdulaziz Alwasil, que tenía el apoyo del grupo de estados del Asia-Pacífico, es decir, que ningún país se ha opuesto a la nueva presidencia de la comisión. Entre los ocho países del grupo europeo que forman parte de la Comisión de la Condición Jurídica de la Mujer están España, Israel, Austria, Liechtenstein, los Países Bajos, Portugal, Suiza y Turquía.
La decisión ha provocado las críticas de activistas y organizaciones que trabajan por los derechos humanos, ya que la comisión de las Naciones Unidas es el organismo más importante de la institución que trabaja para promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres del mundo, y ahora estará presidido por un país en que las mujeres tienen que obedecer a sus maridos, pueden ser detenidas si abandonan el domicilio porque sufren maltratos o no se pueden casar o ser escogidos pareja sin el permiso del padre o tutor. Además, las mujeres en la Arabia Saudí en la mayoría de universidades, bancos o edificios públicos tienen una entrada separada a la de los hombres. Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado que se dé esta presidencia a un régimen que "regula por ley la tutela masculina sobre las mujeres" y que "facilita la violencia doméstica y el abuso sexual".
Indignación entre las organizaciones
Amnistía Internacional (AI) ha criticado que Arabia haya sido escogida para ocupar la presidencia a pesar de los "continuos ataques contra los derechos de las mujeres" que comete el reino conservador. La directora adjunta de Promoción de AI, Sherine Tadros, ha recordado en un comunicado que la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que designa en el país que preside el acontecimiento anual, "tiene un mandato claro para promover los derechos de las mujeres y la igualdad de género y es vital que el presidente de la comisión lo defienda". En este sentido, ha afirmado que "el pésimo historial de Arabia Saudí con respecto a la protección y promoción de los derechos de las mujeres pone de relieve el enorme abismo entre la realidad vivida por las mujeres y las niñas en Arabia Saudí y las aspiraciones de la Comisión". Tadros ha reiterado que la Carta de las Naciones Unidas establece claramente el respeto de los derechos humanos como objetivo primordial que tienen que cumplir todos sus miembros, especialmente cuando presidan alguno de los órganos de la ONU.
Tadros ha recordado que la ley del estatuto personal de la Arabia Saudí de 2022 "aclamada por las autoridades como un paso hacia el progreso y la igualdad, de hecho consolida la discriminación de género en todos los aspectos de la vida familiar, desde el matrimonio hasta el divorcio, la custodia de los hijos y la herencia y no protege a las mujeres de la violencia de género". Además, ha añadido que el primer Código Penal de este país en el cual AI tuvo acceso a través de un borrador filtrado, tendría "consecuencias catastróficas adicionales" para las mujeres del país, ya que concede inmunidad procesal penal a los autores de los "crímenes de honor", no tipifica como delito la violación conyugal, pero sí las relaciones sexuales consensuadas fuera del matrimonio. Además, las defensoras de los derechos humanos en el reino árabe se enfrentan a persecuciones y a destacadas activistas por los derechos de las mujeres se les han impuesto prohibiciones de viajar y otras restricciones a su libertad de expresión, según la organización. Por todo eso, AI insta a Arabia Saudí a demostrar su compromiso con la igualdad a través de acciones concretas a escala nacional, incluida la abolición del sistema de tutela masculina y la derogación de las disposiciones de sus leyes que discriminan a las mujeres.