Si hay alguna novedad en la escalada de violencia que se está produciendo estos días entre Palestina e Israel parece que es la determinación bélica de Hamás. Aunque el conflicto sigue siendo muy desigual -hay que recordar que Israel es una potencia nuclear con Estados Unidos en la reserva- el potencial balístico de los grupos palestinos parece haber cogido por sorpresa a las fuerzas israelíes, que también ven cómo sus bombardeos no frenan la ofensiva desde Gaza.
Ahora bien, ¿cómo puede ser que Hamás y la Yihad Islámica palestina, los dos grupos que controlan la Franja de Gaza, tengan esta capacidad militar? Hay que recordar que Gaza sufre un bloqueo total por parte de Israel y que se trata de un territorio notablemente pequeño, de 41 kilómetros de largo y de entre 6 y 12 kilómetros de ancho, con un total de 360 kilómetros cuadrados.
Misiles: de contrabando y propios
Los proyectiles que se están lanzando estos días desde Gaza forman parte de un despliegue de diferentes tipos de misiles tierra-tierra que pueden llegar a objetivos muy próximos, a 10 kilómetros, o a otros más lejanos, hasta 200 kilómetros de distancia. Por lo tanto, está claro que Hamás tiene armas con las cuales puede atacar tanto a Jerusalén como a Tel Aviv, tal y como se está viendo estos últimos días.
Expertos israelíes y otros países citados por la BBC creen que algunos de estos proyectiles pueden haber llegado a Gaza mediante el contrabando desde la península del Sinaí (Egipto). Sin embargo, estos mismos expertos creen que la mayoría de proyectiles son de fabricación propia, hechos en la misma Franja.
Sea como sea, todo parece indicar que quien está detrás de esta capacidad militar es Irán. Por este motivo, las fuerzas aéreas del Estado judío han asegurado que sus bombardeos tenían como objetivo destruir infraestructuras clave de los grupos palestinos, como podrían ser almacenes y fábricas de misiles.
Además, esta no sería la primera vez que Israel pilla in fraganti al país de los ayatolás tratando de armar a los palestinos. Por ejemplo, en 2011 la marina israelí interceptó un barco alemán que llevaba más de 50 toneladas de armas ocultas tras placas de algodón y sacos de lentejas. En el cargamento había morteros de 120mm y 60mm, misiles antibarcos C-704, municiones para rifles de asalto Kalashnikov, lanzamisiles, radares y montacargas hidráulicos para los misiles. Todo era de fabricación iraní y llevaban manuales de instrucciones en persa y símbolos de la Guardia Revolucionaria Iraní.
Este lanzamiento masivo de cohetes desde Gaza (casi 2.000 hasta este viernes) ha puesto a prueba el escudo antimisil israelí, denominado Cúpula de hierro (Iron Dome air defense system en inglés), que según el ejército ha parado entre el 85% y el 90% de los impactos; el resto son los que han provocado la muerte de una decena de israelíes.
La entrada en escena de los drones 'kamikaze'
Además de los misiles, Hamás ha anunciado en las últimas horas la entrada en escena de pequeños drones no tripulados, a los cuales llaman 'Shehab', que los medios israelíes ven muy parecidos a los 'Ababil' iraníes. Se trata de drones parecidos a los aviones no tripulados que utilizan ejércitos como el norteamericano, pero más pequeños y con el objetivo de estrellarse contra los objetivos israelíes. El ejército israelí también ha confirmado la presencia en el conflicto de este tipo de arma abatiendo uno que se dirigía a posiciones israelíes.
El otro hecho de que relaciona también el régimen de los ayatolás con esta nueva arma de Hamás es el lanzamiento este jueves por la noche de tres cohetes por parte del grupo proiraní Hezbolá desde el Líbano. Aunque los cohetes cayeron al mar, tenían como objetivo la ciudad israelí de Shlomi.
¿Y los soldados?
La escalada de las hostilidades ya hace días que inquieta a la comunidad internacional, que ve como el intercambio de misiles podría derivar en un nuevo conflicto abierto con soldados de ambos bandos involucrados. El primero en lanzar esta idea ha sido el ministerio de Defensa israelí, que ha movilizado a un total de 16.000 reservistas y está desplazando efectivos militares en la frontera con Gaza.
También en este aspecto la superioridades israelí es innegable, teniendo cerca de 200.000 efectivos permanentemente de servicio y casi medio millón más en la reserva. Por el contrario, las fuerzas armadas de Hamás, las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, tienen entre 15.000 y 20.000 efectivos; y la Yihad Islámica palestina cuenta con unos 12.000 combatientes.
Lo único que podría hacer peligrar esta superioridad israelí es el hecho de que el país se encuentra completamente rodeado de enemigos, como demuestra el hecho de que en las últimas horas se han formado decenas de convoyes de voluntarios desde Jordania que se dirigen a Israel y a las zonas de la Cisjordania ocupada.
La política exterior de Trump
Después de que la política exterior del último presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acercara Israel a algunos países musulmanes con los cuales no había relación (como los Emiratos Árabes, Baréin y Marruecos), Irán ha quedado como la única alternativa posible para los grupos palestinos que siguen buscando apoyo financiero y militar en su lucha contra el Estado judío.
Tanto es así que la Guardia Revolucionaria iraní aseguró en un comunicado emitido esta semana que "cumplirá con su deber histórico y de manera más fuerte" y seguirá apoyando a la resistencia palestina "en la lucha contra el régimen sionista".
Y es que, aunque la mayoría de palestinos son suníes (Irán es la potencia chií), este restablecimiento de relaciones entre estos países árabes e Israel no se habría podido hacer sin el consentimiento de Arabia Saudí (potencia suní), que aunque oficialmente todavía no se ha movido, parece haber escogido ya a un bando. Lo demuestran las declaraciones hechas el pasado mes de octubre por el príncipe Bandar Bin Sultan al Saud, quien fue jefe de inteligencia saudí y durante mucho tiempo embajador en Washington, en una entrevista en el canal de Al-Arabiya.
"Este bajo nivel de discurso no es el que esperamos de los funcionarios que buscan obtener apoyo mundial para su causa. Su transgresión [de los líderes palestinos] contra el liderazgo de los estados del Golfo con este discurso reprobable es completamente inaceptable", dijo el príncipe en la entrevista. Los líderes palestinos describieron inicialmente la normalización de las relaciones de los EAU y Baréin con Israel como una "traición" y "una puñalada por la espalda".