El Gobierno formalizó este martes el reconocimiento del Estado de Palestina, delimitado por las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital, tomando como delimitación las resoluciones de los Consejos de Seguridad de la ONU y la posición mantenida por la Unión Europea. “No reconoceremos cambios en las líneas fronterizas de 1967 que no sean los acordados por las partes”, aseguró el presidente Pedro Sánchez en su declaración institucional. ¿Sin embargo, qué quiere decir que se reconocen las fronteras de 1967? ¿Qué diferencias existen entre las fronteras reconocidas y las actuales? Las fronteras de 1967 son las que existían antes de la guerra de los Seis Días.
Empieza la conquista del territorio
A lo largo de los últimos cien años, Israel ha ido ganando territorio hacia la Palestina histórica, que ocupaba el 100% del territorio. Cuando el imperio Otomano cayó después de la Primera Guerra Mundial, la partición de 1922 dejó los territorios de Palestina (Israel, Gaza y Cisjordania) bajo la administración del Reino Unido, con el estatus de territorio bajo mandato. Posteriormente, el Reino Unido separó la parte oriental del territorio, dividiendo Palestina del Emirato de Transjordania.
En el año 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, después de que miles de judíos se asentaron en los territorios palestinos por el antisemitismo nazi, y empezaron las tensiones entre los dos pueblos, la ONU propuso poner fin al mandato británico y dividir Palestina en dos estados independientes, uno hebreo y otro árabe, mediante la resolución 181 (II), y también propuso que la ciudad de Jerusalén se mantuviera bajo un régimen internacional.
Al año siguiente, en 1948, estalló la guerra árabe-israelí. Egipto, Transjordania, Siria, Líbano y otros países árabes, en desacuerdo con la decisión de la ONU, atacaron a Israel el 14 de mayo de 1948. La guerra duró de mayo a noviembre de 1949 e Israel consiguió el 23% del territorio asignado al Estado árabe. De esta manera, ocupó el 77% del territorio palestino, incluido el oeste de Jerusalén Este, quedando el resto bajo el control de Jordania y Egipto. La guerra provocó la expulsión o la huida de más de la mitad de la población árabe palestina del territorio del nuevo Estado, según la ONU.
La guerra de los Seis Días
Pero la guerra de los Seis Días cambió estas fronteras cuando Israel derrotó militarmente a una coalición de países árabes de la región y se anexionó los Altos del Golán de Siria, y la península del Sinaí, de Egipto, además de todo el territorio palestino que había quedado fuera de su control en el armisticio de 1949. La guerra de los Seis Días, en 1967, fue consecuencia de la gran tensión que existía entre Egipto e Israel después de la guerra anterior. Este año, Egipto militarizó la frontera con Israel y el ejército judío lanzó una ofensiva que permitió una nueva expansión territorial de Israel, que ocupó el resto del territorio asignado al Estado árabe —la Franja cisjordana, incluido Jerusalén Este—, la península del Sinaí, el canal de Suez y los Altos del Golán.
Las fronteras que marcó el armisticio del 49
Las fronteras reconocidas por España hacen referencia a las que existían antes de este conflicto, y que son las que marcó el armisticio de 1949 después de la guerra árabe-israelí, conocida en Israel como la guerra de la independencia. Son las que dibujan un Estado Palestino formado por Cisjordania y Gaza, y que tiene como capital Jerusalén Este. Este conflicto generó otro éxodo de palestinos, e Israel pasó de tener cerca de 20.000 km² a tener 102.400 km². En 1973 (del 6 al 25 de octubre) una coalición de países árabes atacaron Israel. El 1980 Israel se anexa Jerusalén. La Resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 1977 consideró “inadmisibles” estas anexiones territoriales, porque eran contrarias al derecho internacional, e instó a Israel a retirar sus fuerzas armadas de todos los territorios ocupados en el marco de la guerra de los Seis Días, un dictamen que establecería las bases de los futuros Acuerdos de Camp David (1978) y los tratados de paz con Egipto (1979) y Jordania (1994).
Los acuerdos de Camp David y de Oslo
En 1979, como resultados de los Acuerdos de Camp David, Egipto recuperó la península del Sinaí, pero en 1987 se produjo la primera intifada, un levantamiento masivo de la población palestina en territorio israelí. Con los acuerdos de Oslo de 1993 y 1995 firmados entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que supusieron el Premio Nobel de la Paz de 1994 para el presidente de la OLP, Yasir Arafat, el ministro de Exteriores y el primer ministro de Israel, Shimon Peres e Isaac Rabin, Israel reconocía por primera vez al pueblo palestino como un representante legítimo. Los acuerdos incluyeron la creación de un gobierno autónomo provisional palestino y la retirada del ejército israelí de los territorios ocupados, y se hizo un reparto de zonas a Gaza y Cisjordania, que son administradas por la Autoridad Nacional Palestina.
Definición de las fronteras actuales
En los últimos 23 años (del 2000 al 2023), se han definido las fronteras actuales, cuando la situación se enrareció después de las negociaciones de paz derivadas de los acuerdos de Oslo. En el año 2000 se produjo la segunda intifada y en el 2002, Israel empezó a construir un muro para separar el estado de Israel de los territorios ocupados cisjordanos que, según la ONU, en el 2022 tenía 713 kilómetros, un 65% de lo que estaba previsto, y que se ha realizado dentro de estos territorios, ya que según el mismo informe de la ONU, el 85% de este muro se encuentra dentro de Cisjordania, en lugar de en la línea del armisticio de 1949. El área entre la línea de armisticio y el muro es conocida como zona de costura (Seam Zone). En el 2006, Hamás ganó las elecciones legislativas y tomó el control de la Franja de Gaza.
La política de asentamientos en los territorios ocupados cisjordanos también ha ido reduciendo el territorio efectivo disponible para la población palestina, y algunos de estos asentamientos se han incorporado formalmente a Israel, especialmente en los alrededores de Jerusalén, a pesar de la condena unánime de las Naciones Unidas. Según la ONG Peace Now, que monitoriza la política de asentamientos de Israel, estima que cerca de medio millón de colonos judíos viven actualmente en Cisjordania (478.600), prácticamente la mitad en Jerusalén Este, en los 147 asentamientos levantados por el gobierno hebreo y los 191 que se han construido sin su aprobación formal. Por eso, en el mapa actual, en Cisjordania la Autoridad Nacional Palestina controla las pequeñas manchas que se pueden ver, y que están rodeadas por zonas controladas por el ejército israelí o por asentamientos de colonos. En Gaza, en 2005, se produjo la retirada unilateral del territorio por parte de Israel, que solo controlaba las fronteras y las aguas territoriales, hasta que el ejército israelí invadió militarmente la Franja después de los ataques terroristas del pasado 7 de octubre.