En medio de la espiral de violencia en el país, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha presentado unos pequeños planos de los dos centros penitenciarios que su administración quiere construir en imagen de las que ya funcionan en El Salvador para combatir el crimen organizado —que ONG internacionales han llegado a tildar de campos de concentración—. Noboa confirmó su construcción al principio de este mes y los delincuentes respondieron con violentos motines, que se han extendido por todo el territorio y han obligado a la intervención del ejército. Así son las futuras cárceles al estilo Bukele de Ecuador que molestan a las bandas criminales.
En el anuncio original, el presidente ecuatoriano indicó que las prisiones serían diseñadas por la misma empresa que hizo la mediática y polémica megacárcel de El Salvador. Pero esta información no ha sido precisada ni en el comunicado ni en el vídeo que se han difundido este jueves, de manera que tampoco se ha confirmado la fecha prevista para el inicio de las obras. Lo que sí que se sabe es que los dos nuevos centros se ubicarán tanto en la provincia amazónica de Pastaza como la litoral de Santa Elena y tendrán capacidad para 736 presos, lejos de los 40.000 reos que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, asegura que puede llegar a albergar su megacárcel.
Los dos centros tendrán inhibición de señal móvil y satelital, sistemas electrónicos con tecnología punta, control de acceso digital y analógico, triple seguridad perimetral y autogeneración eléctrica —toda una serie de aspectos inéditos en las actuales prisiones ecuatorianas—. El objetivo es recluir a los líderes de las bandas criminales con el fin de recuperar el control del resto de centros, dominadas internamente por los grupos organizados que están tras de los motines y de la espiral de violencia en las calles.
Es esto lo que ha molestado a las bandas criminales, a las cuales se les atribuye la lista de masacres penitenciarias en las cuales han sido asesinados más de 450 presos desde el 2020. Además, es lo que ha motivado la fuga de Fito, el narco más peligroso del Ecuador y que se ha fugadao esta semana de la prisión de Guayaquil. Y es que la idea del gobierno ecuatoriano era aislarlo con otros líderes de peligrosos grupos organizados en la prisión de máxima seguridad de La Roca hasta que los dos nuevos centros al estilo Bukele estuvieran finalizados. Pero Fito consiguió huir y el conflicto armado continúa en el país, con centenares de secuestros, detenciones y asesinatos.