La justicia del Reino Unido se niega a extraditar a Julian Assange, creador de WikiLeaks, a los Estados Unidos. Assange se encuentra en una prisión de máxima seguridad del Reino Unido desde que lo arrestaron en la embajada del Ecuador en Londres en abril del 2019. Este lunes, un tribunal tenía que dictaminar si tenía que ser extraditado a los Estados Unidos, donde se enfrenta a delitos que podrían comportar 175 años de prisión.
Breaking: UK judge rules against extradition of Assange to US #AssangeCase
— WikiLeaks (@wikileaks) January 4, 2021
La cuenta oficial de Twitter de WikiLeaks ha sido la encargada de hacer pública la notícia de la no extradición de su fundador.
Una manifestante pide la libertad de Assange en las puertas de la corte de Old Bailey / EFE
Al pronunciar su dictamen en la corte penal londinense de Old Bailey, la jueza Vanessa Baraitser ha considerado "demostrado" que el australiano, de 49 años, presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si es procesado en EE.UU., donde probablemente sería retenido en condiciones de confinamiento.
WikiLeaks pide que le retiren los cargos
Este domingo la plataforma WikiLeaks pidió a las autoridades de Estados Unidos que retiren los cargos contra su fundador. Washington lo reclama por 18 delitos de espionaje e intrusión informática castigados allí con hasta 175 años de cárcel.
Assange durante su detención en la embajada de Ecuador en abril del 2019
La vista de hoy ha llegado tras la celebración de un juicio de cuatro semanas en el tribunal londinense de Old Bailey, en el que han declarado numerosos testigos de la defensa del activista.
Estados Unidos pide la extradición de Assange para juzgarle por haber conspirado presuntamente con el exsoldado estadounidense Bradley Manning (hoy Chelsea Manning) en 2010 y, ahora, también con otros hackers entre 2007 y 2015 para obtener y publicar ilegalmente información secreta en su portal.
"El mero hecho de que este caso haya llegado a los tribunales, por no decir que se haya dilatado tanto, supone un ataque histórico, a gran escala, contra la libertad de discurso", subrayó Kristinn Hrafnsson, directora de WikiLeaks.