El fundador de Wikileaks, Julian Assenge, sufrió un accidente vascular cerebral leve el pasado mes de octubre en la prisión, según ha revelado este domingo su prometida, Stella Morris. Assenge, de 50 años experimentó problemas de memoria, tenía el párpado derecho caído y presentaba signos de daños neurológicos. El diario británico The Mail on Sunday ha acusado a Morris de ser la responsable del estrés extremo provocado por la lucha contra la extradición en los Estados Unidos.
Moris, dijo que temía que este mini-ictus fuera el anuncio de uno mayor. Ella misma ha compartido el enlace del informe en Twitter, y ha reclamado que "tiene que ser puesto en libertad. Ahora". Según el rotatorio británico, Assenge sufrió el ictus el 27 de octubre, día en el cual el proceso de extradición contra el australiano había continuado en un tribunal de apelaciones.
Derrame cerebral en la prisión
La apoplejía golpeó al programador australiano, mientras participaba vía videoconferencia en una audiencia del Tribunal Superior de Londres desde la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde lleva más de dos años. El fundador de Wikileaks había empezado a dosificar su medicación y consideraba que su salud no estaba en condiciones de poder seguir el procedimiento, según dijo aquel día. Después de notar que el ciberactivista no se encontraba bien, el juez le permitió abandonar la audiencia, pero Assange no pudo salir de la sala de vídeo del centro penintenciario. Más adelante, un doctor examinó su estado de salud y concluyó que el paciente tenía una respuesta retardada de la pupila al iluminarle un ojo, lo cual podría apuntar uno posible mal del sistema nervioso. Además, le hicieron una resonancia magnética y prescribieron medicamentos contra el ictus.
La justicia norteamericana está intentando extraditarlo para que pueda ser juzgado con cargos de espionaje. Está acusado de robar y publicar material secreto de operaciones militares norteamericanas en Iraq y en Afganistán con Chelsea Manning.
Proceso de extradición
El Tribunal de Apelación de Londres anunció este viernes la decisión de extraditar a Julian Assange a los Estados Unidos. El Gobierno norteamericano pide que el periodista australiano sea juzgado por 18 delitos relacionados con la Ley de Espionaje y la piratería informática, unos cargos que podrían suponer hasta 175 años de prisión a los Estados Unidos. Su promesa también expresó su opinión sobre esta resolución reiterando que Assenge no era "una amenaza para nadie". Por otra parte, atacó a los Estados Unidos acusando a Washington de llevar a término "una guerra de agotamiento". "Sigue siendo una barbaridad que una persona que no está cumpliendo una pena de prisión permanezca en la prisión durante años", afirmó.
La decisión de extraditar a Assange llega después de que el 11 de agosto el juez del Tribunal Superior de Justicia de Londres Timothy Holroyde, cuestionara la decisión de su homóloga Vanessa Baraitser de negarse a la extradición para salvaguardar la salud mental de Assange y ante el riesgo de suicidio si es condenado finalmente en los Estados Unidos, donde, según la jueza, su ingreso en una prisión sería un duro "confinamiento".