Un masivo ataque ruso ha golpeado la capital ucraniana. Kíiv se ha despertado bajo un ataque de misiles rusos que han dañado varios edificios civiles como oficinas, una casa particular y un hospital infantil. Hasta el momento, las autoridades ucranianas han declarado que han muerto 20 personas y 35 han resultado heridas. Sin embargo, no descartan que estas cifras puedan aumentar en las próximas horas. Las autoridades ucranianas afirman que es el peor ataque desde el inicio de la guerra y el impacto del misil en el hospital infantil ha indignado dentro y fuera de las fronteras ucranianas.

Los pacientes del hospital infantil que se encontraban en el edificio cuando ha impactado un misil ruso están siendo evacuados a hospitales municipales, mientras que se teme que todavía haya personas bajo los escombros, que los servicios de emergencia ucranianos están retirando. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha afirmado a través de las redes sociales que el hospital infantil Ojmatdit de Kiev "es uno de los más importantes no solo de Ucrania, sino también de Europa". "Ojmatdit ha salvado y devuelto la salud miles de niños", ha enfatizado.

Zelenski ha denunciado que con la avanzada tecnología rusa, el Kremlin no puede lavarse las manos sin más y alegar que no sabía que se trataba de un hospital. Ha afirmado que Rusia debe "rendir cuentas plenamente por todos sus crímenes: contra las personas, contra los niños, contra la humanidad en general". "Es muy importante que el mundo no guarde silencio al respecto, y que todo el mundo vea qué es Rusia y qué está haciendo", ha insistido el presidente ucraniano.

Rusia presiona en la región oriental de Ucrania

Las fuerzas rusas mantienen su presión contra las defensas ucranianas en prácticamente toda la línea del frente, y concentran un día más sus mayores esfuerzos en dirección a la localidad de Pokrovsk, en la región oriental de Donetsk y todavía en manos de Kyiv, donde el Estado Mayor ucraniano dice que ha repelido un total de 52 ataques en las últimas 24 horas.

La actividad rusa en el frente sigue marcada también por el uso intensivo de bombas guiadas aéreas, explosivos convencionales con gran capacidad de destrucción y dotados de sistemas propios de navegación con que Rusia intenta destruir las posiciones defensivas ucranianas para aclarar el camino al avance de sus tropas terrestres.