El ataque ruso ya ha provocado la muerte de 2.000 civiles en Ucrania desde el 24 de febrero, según han informado los servicios de emergencia ucranianos. "Durante los siete días de guerra, Rusia ha destruido centenares de infraestructuras de transporte, viviendas, hospitales y jardines de infancia. En este tiempo han muerto más de 2.000 ucranianos, sin contar nuestros defensores", ha señalado el DSNS en su página de Facebook. Ha destacado también que sus socorristas han conseguido salvar la vida de más de 150 personas, han evacuado a 500 más y han apagado más de 400 incendios provocados por los bombardeos rusos. Según el DSNS, sus artificieros han desactivado hasta ahora un total de 416 artefactos explosivos. En el cumplimiento de todas estas misiones han muerto 10 socorristas y 13 más han resultado heridos. Mientras tanto, el Ministerio del Interior de Ucrania ha informado de que hoy continúan los combates por Mariupol, ciudad de casi medio millón de habitantes en el sureste del país, en el mar de Azov y controlada por el Gobierno de Kiev. "Las unidades de la Guardia Nacional de Ucrania junto con las Fuerzas Armadas de Ucrania mantienen la defensa de la ciudad", ha indicado en un comunicado publicado en la cuenta de Facebook.

Por otra parte, la ONU calcula que 836.000 personas han huido hasta ahora de Ucrania a los países occidentales, a consecuencia de la guerra. Sólo en las últimas horas, han sido 156.000 personas las que han salido del país. La mayoría de los refugiados han abandonado Ucrania por Polonia, más del 50% del total, y a distancia le sigue Hungría (el 13,3%). Mientras tanto, la población civil hace caso de las recomendaciones del gobierno ucraniano y utiliza tácticas de guerrilla para frenar el avance del ejército ruso. Entre otras directrices, como cambiar los nombres a las señales de tráfico para confundir al invasor, los ciudadanos habrían conseguido bloquear carreteras y puentes para evitar que los militares rusos tengan acceso a una planta de energía nuclear en la ciudad de Energodar. Se trata de una zona de unos 50.000 habitantes en las puertas de la importante ciudad industrial de Zaporiyia bañada por el Dnièper. Así lo han informado varios medios, que también han difundido imágenes de los cortes. Según estos vídeos, los ciudadanos han bloqueado el paso con neumáticos, tanques abandonados y camiones. Algunos testigos aseguran que el ejército invasor ha abierto fuego contra la población en este punto.

 

Las autoridades ucranianas estarían trabajando para intentar eliminar las señales de tráfico para confundir a las fuerzas militares rusas en las carreteras. Otras señales públicas van directamente dirigidas a los soldados rusos. Ukravtodor, la agencia gubernamental de carreteras de Ucrania, ha publicado un mensaje a través de Facebook diciendo que los rusos no podían navegar por el terreno. "Ayudémoslos a ir directamente al infierno", decía la agencia este sábado. Así, la misma agencia pedía a los gobiernos locales y comunidades que ayudaran a confundirlos.