Poco antes de las 8.30 de la mañana se ha producido una explosión a causa del incendio de dos vehículos, uno de ellos con una bombona de gas, que se ha producido cerca de la sinagoga Beth Yaacov de la localidad de La Grand Motte, cerca de Montpellier, en el sur de Francia. Un policía municipal ha resultado herido, aunque no de gravedad, según han informado las autoridades. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha asegurado a través de la red X (antes Twitter), que el ataque tiene un origen "manifiestamente criminal", aunque no ha especificado si se trata de un ataque de motivaciones políticas antisemita, y ha dado todo su apoyo "a los ciudadanos judíos y a la ciudad". Darmanin ha asegurado que "se han movilizado todos los medios para encontrar al autor" de los hechos. El ataque, sin embargo, ha encendido las alarmas ante la posibilidad de que se puedan producir otros ataques contra intereses judíos o israelíes.
Prohíben la manifestación del BDS
El prefecto (delegado del gobierno) del departamento de Hérault ha anunciado que ha ordenado a la Policía y la Gendarmería "reforzar la seguridad de los intereses judíos en el departamento". En previsión de que se puedan producir más incidentes, la prefectura de Hérault ha decidido prohibir la manifestación que estaba convocada para esta tarde en la plaza de la Comédie de Montpellier por la BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), un movimiento de liderazgo palestino por la libertad, la justicia y la igualdad. El BDS sostiene el principio elemental que las y los palestinos tienen los mismos derechos que el resto de la humanidad.
El primer ministro, Gabriel Attal, también hizo una publicación en X en la que considera los hechos "un acto antisemita", y lamentó que "una vez más, nuestros compañeros judíos están siendo el objetivo". Attal les ha enviado todo su apoyo "en este nuevo calvario" y también ha hecho un reconocimiento a los bomberos "por su movilización" y "al policía herido en el ataque". El primer ministro ha confirmado que se considera el ataque un acto terrorista al informar que "la Fiscalía Nacional Antiterrorista se ha hecho cargo de la investigación", y que actualmente las fuerzas de seguridad están realizando el seguimiento del sospechoso", un hombre al que se ha podido ver huyendo. "No nos rendiremos. Ante el antisemitismo, ante la violencia, nunca nos dejaremos intimidar", ha dicho Attal, quien también ha anunciado que se reforzará la protección de los lugares de culto judíos.
"Hay voluntad de matar judíos", dice el CRIF
Por su parte, Yonathan Arfi, presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) ha opinado a través de la red X que detrás del ataque está la "voluntad de matar judíos" y afirma que "explotar una bombona de gas en un coche delante de la sinagoga de La Grande Motte a la hora prevista de llegada de los fieles: no es solo atacar un lugar de culto, es un movimiento dirigido a intentar matar judíos", ha reiterado Arfi, quien ha añadido que "esto es antisemitismo en Francia", pero ha advertido que "los judíos franceses no se harán atrás". El presidente del CRIF también ha querido mostrar su apoyo al policía que ha resultado herido.
Los ataques antisemitas se han triplicado
Los ataques antisemitas casi se han triplicado desde principios de año, y durante el primer semestre del 2024 se habían registrado 887 actos, por los 304 que se dieron en el mismo periodo del 2023, según anunció el ministro del Interior, Gérald Darmanin el pasado 9 de agosto. "El antisemitismo, que siempre ha existido, ahora ya no se esconde. Es un insulto a los muertos, a los heridos, a los humillados y a nuestra historia", subrayó durante una ceremonia de homenaje a las víctimas del ataque de la Rue des Rosiers, en el corazón del histórico barrio judío de París, que dejó 6 muertos y 22 heridos después de la explosión de una granada en el restaurante Jo Goldenberg, y después un tiroteo en el barrio, que se produjo el 9 de agosto de 1982. "Todavía no se ha llevado justicia ante la justicia por este crimen despreciable y antisemita", ha añadido Darmanin, mientras que solo uno de los cuatro sospechosos de aquel el atentado está en manos de la justicia francesa.